Capitulo 792
Capítulo 792
“Dije…” En ese momento, los ojos de Esther parecian los de un fantasma aterrador, con una extraña sonrisa escalofriante en los labios, ¡Quiero tu vida!”
Después de decir eso, levantó la mano bruscamente!
Por instinto, Sra. Ibarra pensó que Esther iba a estrangularla. Asustada, retrocedió rápidamente, perdió el equilibrio y casi se cae, pero afortunadamente alguien la sostuvo…
“¿Sra. Ibarra, estás bien?” Fue Esther quien la sostuvo y preguntó preocupada.
Sra. Ibarra volvió en si, miró a Esther con temor, y descubrió que en este momento Esther sonrela de manera amigable, en absoluto estaba extraña…
¡Qué raro! Sra. Ibarra incluso pensó que lo que acaba de suceder fue una alucinación. Se asustó tanto que su respiración se desordenó un poco, “¿Qué
acabas de hacer?”
Esther se echo a reir, y después de reir un buen rato, dijo: “Sra. Ibarra, lo siento, estaba tan emocionada porque me dijiste que me subirias el sueldo diez veces! ¡Me emocione tanto que no pude evitar hacer una broma!”
Al ver a Esther tan informal, Sra. Ibarra se sintió muy ofendida. Después de estabilizarse, apartó a Esther, ajustó su ropa y dijo con descontento
“Srta. Galan, espero que cuando estés enseñando a mi hijo, no seas tan humoristica!”
Esther se nego con un movimiento de dedo, “Sra. Ibarra, quizás usted no lo sabe! La educación deberia ser divertida, solo así los niños estarán interesados en aprender”
Sra. Ibarra frunció el ceño, no entendió su lógica y dijo un poco molesta: “Bueno, no importa cómo enseñes, quiero resultados!”
Esther asintió y prometió: “Entiendo, cumplire con la confianza que Sra. Ibarra ha depositado en mi, definitivamente mejorare las notas de su hijo/”
¡Eso era mas como eso!
Sra. Ibarra advirtió nuevamente “Además, los asuntos de nuestra familia Ibarra no tienen nada que ver contigo, asi que lo que le dije a mi hijo en su habitación, es mejor que pretendas no haberlo escuchado!”
Esther hizo un gesto de cierre de cremallera frente a su boca, “Sra. Ibarra, puedes estar tranquila, soy muy discreta!”
Sra. Ibarra “El asunto de darte más dinero, ¡no puedes dejar que Leonardo lo sepa!”
Esther hizo un gesto de OK, “Entiendo!”
Sra. Ibarra hizo un gesto con la mano, “Bueno, sal, ve a enseñarle a Brayan a hacer la tarea, jo no la terminará de nuevo!”
“De acuerdo””
Esther se mostro muy cooperativa, salió de la habitación, con una sonrisa irónica en la esquina de sus labios, y luego se fue.
Viendo a Esther salir y cerrar la puerta, Sra. Ibarra volvió a ponerse nerviosa y se tocó el pecho, tomó una respiración profunda…
¡Esa profesora estaba realmente un poco loca, casi la mataba del susto!
Despues de descansar un rato, Sra. Ibarra salió de la habitación y se encontró con Patricia que pasaba por alli.
Patricia preguntó con algo de confusión “¿Mama? ¿Por qué sales de esta habitación? ¿Dónde está papa? ¿No está contigo?”
Cada vez que pensaba en ese hombre, Sra. Ibarra se sentia incómoda.
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