Capítulo 1227
Después de hablar, las rodeó y se dirigió rápidamente al baño.
Marisol estaba un poco preocupada y le dio un ligero golpe a su nieta, “Verónica, ¡ve con Esther! Está embarazada ahora, si tiene algún inconveniente, tienes que ayudarla!”
Verónica asintió y se apresuró a seguirla….
Tan pronto como Esther salió del baño, vio a Verónica con los brazos cruzados, mirándola seriamente.
Ella la ignoró y se fue a lavar las manos.
Verónica se sintió ignorada y preguntó insatisfecha, “¿Dónde has estado todo este tiempo?”
Esther apretó un poco de jabón en su mano, lo frotó suavemente hasta hacer espuma y dijo con tono relajado, “¿Y qué te importa a ti a dónde fui?”
Verónica frunció el ceño, “¡Importa! Eres la esposa de mi hermano, ¿cómo puedes simplemente irte de casa?”
Ella rio suavemente, ¿Te confundiste? La esposa no soy yo, ¿no acaba de venir la esposa de tu hermano con ustedes?”
Por un momento, Verónica no entendió, luego pensó y comprendió, “¿Te refieres a esa mujer, Sofia? Ella no es…”
“¡Verónica!”
Una voz femenina clara interrumpió a Verónica, era Sofia entrando con una sonrisa.
A Verónica no le gustaba Sofia, asi que naturalmente no le dio una buena cara cuando la vio entrar, “¿Qué haces aquí?”
Sofia rio y dijo, “Tu abuela me pidió que te llamara!”
La chica parpadeó, “¿Mi abuela me está llamando? ¿Qué pasó? ¿No me acaba de pedir que acompañara a Esther al baño?”
Sofia dijo: “Tienes el bolso de tu abuela, tiene la medicina que necesita“.
Verónica bajó la mirada y de hecho, tenia el pequeño bolso de su abuela en su brazo.
Su abuela debía haber estado demasiado emocionada después de ver a Esther, necesitaba tomar algo de medicina para estabilizar su ritmo cardíaco…
Entonces, Verónica no se atrevió a demorarse y salió apresuradamente, “¡Voy a llevarle la medicina a mi abuela ahora mismo!” Viéndola salir, Sofia sacó un lápiz labial de su bolso, se paró junto a Esther y se retocó en el espejo.
Mientras delineaba sus labios con el lápiz labial, miraba a Esther en el espejo y sonreia brillantemente. “Eres tan hermosa como dicen los rumores, incluso sin maquillaje. Ayer cambiaste tu apariencia, ¿por qué hoy estás dispuesta a mostrarte tal como eres?”
Esther dejó que el agua lavara la espuma de sus manos, cerró el grifo y se secó las manos con calma, “¡Adrián ya me encontro, asi que no tiene sentido cambiar mi apariencia!”
Sofia terminó de aplicar su lápiz labial y puso la tapa, “Srta. Galán, parece que no querías que Adri te encontrara, ¿verdad?”
Ella levantó una ceja, “Srta. Sofía, parece que no querías que él me encontrara, pero puedes estar tranquila, ahora no tengo ningún interés en el y no amenazaré tu posición“.
Sofia sonrió y negó con la cabeza, “No, de verdad esperaba que Adri te encontrara y estaria muy dispuesta a verlos reunirse. Srta. Galán, ¡me alegra mucho conocerte!”
Esther entrecerró los ojos, tratando de determinar si esta Sofía tenia otras intenciones…