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Capítulo 1061
Jimena le echó una mirada rápida y luego miró hacia su suite, preguntando: ¿Qué estás haciendo?”
Sergio se encogió de hombros, dijo con una sonrisa en la cara, “Acabo de ducharme, ¿no se nota?”
Jimena lo apartó y fue directo a la suite. Penso que encontraria una escena picante, pero la cama estaba ordenada y no había rastros de otra mujer.
“¿Dónde está tu novia?” Jimena se volvió para preguntarle.
Sergio cerró la puerta de la suite, cogió una toalla y empezó a secarse el pelo, “Ahi está Vino al hotel conmigo y no me deja tocarla! No tiene gracia! ¡Asi que la mandé a casa!”
Jimena ajustó sus gafas de montura dorada y se sentó, “No necesitas humillar a Josefina, la sobrina de Sr. Gómez, para que se dé por vencida contigo. Sabes que le gustas y aun asi la haces llevar anticonceptivos a ti y a otras mujeres. ¿Eres humano? El jefe estaría furioso si supiera lo que has hecho.”
Sergio tiró la toalla y se tumbó en la cama, “Jimena, tú y el jefe me estáis poniendo en un aprieto. ¿Ves algún signo de que ella se haya rendido conmigo? Para que una mujer se rinda, primero tiene que odiarme, ¿no?”
Jimena sacó su teléfono y le hizo una señal, “Levántate y vistete.”
Sergio se levantó, mientras se vestia pregunto: “¿Qué pasa? ¿Tenemos que ir a algún lado?”
“Ponte la ropa primero Jimena no perdió el tiempo y puso su teléfono en la mesa.
Sergio no preguntó más, se vistió en el baño y cuando salió dijo: “Vamos! ¿A dónde vamos…? ¡Ay!”
Antes de que pudiera terminar, Jimena le dio un puñetazo en la cara!
Sergio siempre habia sido consciente de su buen aspecto, y estuvo furioso, ¡Ah! ¿Por qué me golpeaste en la cara?”
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Jimena no se detuvo y le dio otro puñetazo en la otra mejilla, haciendo que gritara de dolor, luego lo tiró al suelo con un golpe de judo. -Sérgio, recién duchado, estaba ahora sucio y se quejo: “Jimena, me pegaste otra vez! Voy a decirle al jefe que me estás maltratando.”
Jimena pisoted a Sergio, impidiéndole levantarse. “El jefe me envió para golpearte! ¿Cuándo vas a madurar y dejar de preocupar al jefe? El jefe ya está nervioso por el embarazo, su estado de ánimo no es bueno y tú le das más razones para estar enojado.”
Sergio, incapaz de levantarse, decidió acostarse comodamente en el suelo,Bah! ¿Quién está realmente impidiendo que el jefe se relaje, yo o el Sr. Gómez? ¿Quién crees que es la causa de su estrés y su mal humor?”
Jimena lo miró desde arriba y dijo, “Eso es asunto del jefe y del Sr. Gómez, no deberiamos meternos en sus asuntos personales.”
Sergio resopló, “¿No deberíamos involucrarnos? Si no lo hacemos, el jefe será engañado por ese Adrian. Te lo digo, Jimena, ustedes las mujeres tienen un mal juicio cuando se trata de hombres, y cuando se enamoran, se engañan completamente. Nadie es una excepción!”
Al escuchar el tono de Sergio, Jimena levantó el pie, fue a apagar la grabación del teléfono y luego se volvió a preguntar: “¿Qué has descubierto? ¡Explicate!”
Sergio se levantó, sacudiendo el polvo de su ropa. No parecia enfadado por la paliza que acababa de recibir, y dijo con un tono serio: “He tenido mis sospechas desde hace tiempo! Adrian parece que se preocupa mucho por el jefe, pero nunca ha ido a formalizar su matrimonio. Aunque el jefe no lo dice, sé que le preocupa
Hoy, cuando supe que Adrian había dejado al jefe para ir de viaje de negocios, inmediatamente mandé a alguien a comprobar su vuelo y a ver si realmente se había ido de viaje a Albaria.
Y adivina qué, tenia razón Adrián fue a Albaria a ver a otra mujer!”
Aloir eso, Jimena frunció el ceño, “¿Quién?”
Sergio se acercó a la cama, cogió su móvil de la mesita de noche y se lo lanzó a Jimena, “Mira tú misma y lo verás