Capítulo 988
Cuando Adriana vio que sus súplicas no tenían efecto, se puso ansiosa de inmediato, “¿Leandro, acaso quieres que me vaya al campo y nunca regrese, para que puedas buscar a otras mujeres?”
Él frunció el ceño, “Deja de decir tonterías, te lo buscaste.”
De repente, ella echó la cabeza hacia atrás y se rio a carcajadas, “Ja ja jal Leandro, deja de fingir, jeres el rey de la farsal
Hemos estado casados durante muchos años y últimamente has estado durmiendo alejado de mi, nunca me tocas, ¡no puedo creer que un hombre como tú no tenga necesidades fisicas! Seguro que ya tienes a otra mujer, ¿verdad?
Leandro, te lo digo, no soy Leticia, no puedes deshacerte de mi tan fácilmente.”
Al escuchar las palabras vulgares de Adriana, Gustavo se enfureció, perdiendo completamente la paciencia, “Que alguien venga, recoja el equipaje de estas dos y mandenlas al campol Siguen parloteando aqui, diciendo cosas indecorosas, ¡qué vergüenza!”
Algunos sirvientes se acercaron, ayudando a Adriana, que estaba fuera de control en el suelo, a levantarse….
“Señora, levantese, vamos a llevarla a la finca.”
Ella los empujó violentamente. Que finca? No voy! No voy a ninguna parte! Dejenme en paz, no me toquen! ¿Quiénes se creen que son. ?”
Al ver eso, los sirvientes se quedaron un poco desconcertados y miraron al mayor de los Ibarra…
Gustavo, cansado del comportamiento de su nuera, exclamo: ¿Qué están esperando todos ustedes? ¡Llévensela yal
Al escucharlo decir eso, los sirvientes no se contuvieron y sacaron a Adriana…
Tambien levantaron a Patricia, quien comenzó a llorar de inmediato, “Abuelo Abuela. No quiero ir al campo… No quiero Cometi un error. Se que
cometi un error.
Lamentablemente, ya era demasiado tarde, llorar no serviria de nada, las lágrimas podian obtener simpatia una, dos o incluso más veces, pero eventualmente cansaban a la gente
Finalmente, Patricia, al igual que su madre, fue llevada por los sirvientes y enviada a la finca en el campo…
Adriana y Patricia fueron llevadas fuera de la puerta de la familia Ibarra por los sirvientes, y justo cuando iban a subir al coche, se encontraron com Esther, que acababa de regresar de la conferencia de prensa.
El coche negro de Adrian estaba aparcado al lado de la carretera, Esther salio, vio el estado de ambas mujeres y las maletas que los sirvientes estaban cargando en el coche.
Se acercó lentamente, sonriendo, con una ligera curva en la boca, ¿La Sra. y la Srta. Ibarra están planeando un viaje?”
Patricia estaba desaliñada, pero no queria rendirse ante Esther, se puso de pie, levantó la cabeza y la miró con desden, Esther, me has quitado todo hoy, ite juro que me vengare!”
Ella no estuvo de acuerdo. “Dejemos de lado si te lastime, después de todo tu no tienes nada, solo estas disfrutando de la vida de otra persona. ¿verdad?”
Patricia se quedo perpleja, con una mirada de cautela en sus ojos. ¿Qué quieres decir con eso?”
Esther sonrio levemente, ‘Nada, solo espero que entiendas una cosa, lastimar a otros finalmente te lastimara a ti misma. Y aquello que no te pertenece aunque no pueda ser devuelto a su dueño, nunca será tuyo.”
Patricia miro a los ojos inescrutables de Esther, sintiendo un leve temor en su corazón…
n ese momento, Adriana estaba completamente descompuesta, al ver a Esther, a quien odiaba intensamente, no pudo evitar maldecir: “Eres una desgraciada, no te regocijes tanto!,Algun dia, te mataré con mis propias manos!”
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