Capítulo 853
No necesitaba revisarlo, nadie sabía mejor que ella cuál sería el resultado.
El informe de ginecología fue algo que ella misma había tirado a propósito, no se le pasó por la cabeza que los informés tenían números de página. ¡Qué desastre! De repente, alguien la palmeó en el hombro. Patricia levantó la vista y vio que era Esther quien la había tocado.
Esther, con una sonrisa, la alabó: “Señorita Ibarra, qué suerte tienes, te bebiste un vaso grande de jugo de granada con azafrán y aun así, tu fertilidad está en perfecto estado“.
Patricia: “…”
Esther debió pensar que había ganado, ¿verdad? Debió estar muy contenta.
¡Pues no, aún no había terminado!
Ella podía revertir la situación, no iba a perder ante Esther!
Después de pensar rápidamente, Patricia comenzó a llorar nuevamente.
Esta vez, no estaba llorando’pidiendo perdón, bajó la cabeza, llorando como una niña que había hecho algo malo, dejando caer las lágrimas al suelo…
“Uh…uh…hice mal… realmente hice mal…
No queria que todos vieran mi informe de ginecologia, que supieran que mi infertilidad se había curado…
Porque todavía tengo sentimientos por Adri, todavía lo amo, no puedo superarlo…
Sé que si Adri se entera que mi infertilidad se ha curado, nunca más me hará caso. Por eso resistí tanto el recoger el informe médico, temía que la gente se
enterara!
Fui yo quien tiró a propósito el informe de ginecología, fui yo quien mintió, fui yo quien no quiso enfrentar la realidad, fue mi culpa…
Solo quería mantener algún tipo de conexión con la persona que amo, que él sintiera un poco de lástima por mi infertilidad, aunque fuera un poco…
Sé que fui muy egoísta, que estuve mal, hice mal, realmente hice mal…”
Dicho esto, Patricia levantó su mano para limpiar las lágrimas, luego levantó la cabeza para mirar a Adrián, se acercó a él, y nuevamente bajó la cabeza, continuó llorando
“Adŕí, lo siento, siempre he sido una molestia para ti…
Pero no fue hasta hoy que me enteré que mi infertilidad se había curado, antes no te mentía.
Debe ser gracias a que me ayudaste a buscar a los mejores médicos dentro y fuera del país durante estos años, por eso me recuperé. ¡Gracias, Adri!
Me enfrenté a Esther de esa manera por miedo, por temor a perder el único vinculo que tengo, yo…”
Patricia estaba sollozando fuertemente, se secó las lágrimas de nuevo, aspiró por la nariz, luego continuó:
“Realmente me gustas mucho….
Adri, desde el día que te salvé cuando éramos niños, siempre quise casarme contigo cuando creciera.
Siempre pensé que algún día lograria ganarme tu corazón, creia que podía hacer que te enamoraras de mí.
Pero no esperaba que un día, una chica como Esther aparecería, que desarrollarías sentimientos por ella, que solo ella estaría en tu corazón y tus ojos, que incluso dejarías de prestarme atención.
Debo admitir, estoy realmente celosa de Esther, siento que ella te robó de mi lado.