Capítulo 814
La niñera escuchó ruido y entró corriendo, llena de preocupación. Al ver la situación, intentó calmar las cosas: “Srta. Ibarra, ¿qué pasó? ¿Max te hizo enfadar otra vez? Es solo un niño, no entiende las cosas, no deberias tomarlo tan a pecho con él…”
Patricia estaba de mal humor y le respondió gritando: “Te dije que te fueras, quién te permitió regresar! ¿Quién te crees que eres para opinar sobre mi?”
La niñera bajo la cabeza y respondió respetuosamente “Srta. Ibarra, yo no me atrevo…
Enfurecida y sin tener a donde dirigir su ira, Patricia le dio una bofetada a la niñera, “No te atreves? ¿Si no te atreves porqué entraste sin permiso! Te dije que cuidaras del niño, mira en lo que lo has convertido! ¿Por qué llora cada vez que me ve? ¿Acaso soy un monstruo o un demonio que lo asusta tanto? ¿Debe ser por tu mala influencia!”
La niñera se cubrió la cara, llorando, y trató de explicarse: “Srta. Ibarra, no he enseñado nada malo a Max… Es normal que te falte paciencia con el niño al ser madre primeriza, si le tienes mas paciencia él no te tendrá miedo
Patricia le dio otra bofetada, “¿Estás diciendo que no tengo paciencia? ¿Necesito que me enseñes cómo ser una buena madre? ¡Mira tu lugar!”
La bofetada fue tan fuerte que la niñera cayó al suelo, llorando amargamente
Al ver a su amada niñera tirada en el suelo, Max empezó a llorar aún más y más fuerte….
Pero como la niñera habia entrado sin cerrar la puerta, Leonardo, que estaba a punto de bajar las escaleras con ropa casual, pasó por allí y vio a Patricia
abofeteando a la niñera…
“Qué estas haciendo?!”
Leonardo entró, muy enojado, y al ver a la niñera y a Max llorando, preguntó seriamente “Pati, ¿qué está pasando?”
Al ver a Leonardo, Patricia entró en pánico
Rápidamente escondió su ira y fingió ser la misma Patricia dulce de siempre. Corrió hacia Leonardo, llorando, y se lanzó a sus brazos.
“Leo, llegaste justo a tiempo, esta niñera es incompetente. Acaba de darle sopa caliente a Max sin enfriarlo antes, ¡y le quemó la boca! Cuando la reprendi, se negó a admitir su error y me respondió. Me enfade tanto que la abofetee porque estaba preocupada por la salud de Max”
Leonardo miró a Patricia, que se había lanzado a sus brazos, sin expresión alguna. No la abrazo, sino que miro la boca hinchada y roja de Max y preguntó a la niñera “¿Es eso cierto?”
Patricia se puso nerviosa estaba Leonardo preguntando a la niñera para confirmar la historia? ¡El Leonardo de antes nunca habría preguntado y simplemente la habria creido!
¿Que le habia pasado a Leonardo últimamente?
La niñera se levantó para explicarse, pero vio la mirada amenazante de Patricia.
Tuvo miedo, penso un poco y decidió que Leonardo probablemente creeria a Patricia de todas formas, y si decia la verdad, solo enfadaria a Patricia
Al final, la niñera no se atrevió a decir la verdad, “Sr. Ibarra, yo no lo hice a proposito…
Leonardo fruncio el ceño, y dijo friamente: “Si no tienes paciencia para cuidar bien a un niño, empieza a empacar tus cosas y vete
La niñera asintió tristemente, miró a Max, a quien habia cuidado durante un tiempo, y luego se marcho en silencio…..
Patricia suspiro aliviada, como siempre, buscando consuelo en los brazos de Leonardo, “Leo, esa niñera fue demasiado lejos! Si no hubiera intervenido a tiempo, Max podria haber sido maltratado!”
Leonardo, con las manos en los hombros de Patricia, la apartó sin decir palabras de consuelo, “Si crees que alguien no está cuidando bien a tu hijo.
deberías hacerlo tú mismal Max es tu hijo, no esperes que alguien más le preste mas atención que su propia madre!”
Patricia se quedó perpleja, no sabia por que, pero sentia que no estaba tan cerca de Leonardo como antes, como si hubiera una barrera entre ellos…
“Ya entendi, Leo! Desde ahora intentaré cuidar de Max yo misma
“Mmm.”
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