Capítulo 810
Esther arqueó una ceja, su sonrisa llevaba un toque de agudeza, “Sr. Ibarra, de verdad crees que me importa si eres bueno o malo conmigo?”
Leonardo cayó en silencio, arrepintiéndose y avergonzándose de sus acciones pasadas. Podia entender el rechazo de Esther.
Sabia que a Esther no le importaba su actitud, y mucho menos cualquier cosa relacionada con la familia Ibarra.
Aun así, esperaba que Esther volviera a casa, dándole una oportunidad para corregir sus errores pasados..
Leonardo suspiró, preguntando suavemente: “Esther, ¿qué debo hacer para que me perdones? ¿Qué debo hacer para que quieras volver a casa?”
Esther miró la actitud de Leonardo en ese momento. Comparado con su arrogancia anterior, parecia humilde delante de ella, pero eso no la conmovió en lo más minimo.
“Sr. Ibarra, quiero aclararte que no estoy enojada porque me malinterpretaste antes, ni guardo rencor porque me trataste mal. Para mi, antes éramos extraños con lazos de sangre, ahora a lo mucho somos conocidos.
Asi que si tienes dudas, malentendidos, o incluso si me odias, creo que es completamente normal. Por favor, deja de suplicar perdón delante de mí, eso
no es tu estilo.”
Leonardo se quedó sin palabras, nunca se habia sentido tan impotente…
Esther continuo: “Además, no voy a volver a la familia Ibarra, ni voy a tener ninguna relación con ninguno de ustedes. Eso no tiene nada que ver con lo bien o mal que me hayas tratado antes.
Según tengo entendido, en aquel entonces ustedes, la familia Ibarra, pensaron que yo no era hija de la familia Ibarra, incluso me hicieron una prueba de paternidad, y al final echaron a mi madre. ¿Por qué deberia llevar el apellido de la familia Ibarra?”
Los ojos de Leonardo se tensaron de golpe, ¿Aún recuerdas ese incidente?”
¿Perla siendo tan joven y aún recordaba esos eventos caóticos?
Esther dijo seriamente. “No lo recuerdo, pero ya he encontrado toda la información.
Ahora, se todas las cosas que están a la vista, y también averiguaré la verdad detrás de todo. Si alguien difamó a mi madre, no dejaré que esa persona se salga con la suya!
Y tú, y cada persona de esta casa, fueron cómplices en echar a mi madre!”
Los ojos de Leonardo temblaron, después de un rato, suspiró, “Esther, no tienes que buscar más, te dire todo lo que quieres saber.”
Los ojos de Esther se iluminaron, “De verdad? Entonces dimelo ahora mismo, ¿quién difamó a mi madre?”
Leonardo la miró con una expresión complicada, “Nadie difamó a tu madre, la evidencia en aquel entonces era incuestionable, fue tu madre quien
cometió el error”
La luz en los ojos de Esther se oscureció de repente, incuestionable? Ja! ¿Así que, Sr. Ibarra, también crees que soy la hija de mi madre con otro hombre?”
Leonardo sacudio la cabeza. “No, no lo eres. Eres mi hermana, tenemos el mismo padre y la misma madre. Pero tu madre si cometió un error, nadie la difamó en aquel entonces”
Esther rio ligeramente, “Sr. Ibarra, ¿podrías callarte? No quiero que te refieras a ti mismo como mi hermano, ni que me llames hermana, no soy tu hermana! Tu hermana es Patricia, no te confundas.”
¡Qué absurdo era tener un hermano que no confiaba en su propia madre! Esther no podía creerlo
Aunque fuera lo que Leonardo decia, Esther nunca creeria que su madre era esa clase de persona!
¿La llamada evidencia incuestionable? ¡Eso era imposible!
Alguien puso trampas deliberadamente, la evidencia podia ser fabricada!
Leonardo tenia una expresión sombria, parecía que queria decir algo más, “Esther…”
Pero Esther ya no quería escuchar más, Lo siento, estoy agotada! Voy a bajar a pedirle una habitación de huéspedes al abuelo Ibarra para descansar un poco, por favor Sr. Ibarra, déjame pasar.”
Leonardo suspiró con resignación, “Si te sientes cansada, puedes descansar en esta habitación. Aqui, nadie te molestará, cuando sea la hora de la cena, herm…”