Capítulo 691
Al oir a Patricia, Adrián se levantó y camino hacia Esther
Los ojos de Patricia seguían su figura, esperando en secreto que Adrián le diera una bofetada a Esther.
Todos los presentes observaban la escena, preguntándose si Adrián golpearia a Esther por Patricia.
Adrián extendió su mano
Apartó suavemente algunos mechones de pelo de la frente de Esther con su mano grande y áspera, su voz profunda sonaba reprobatoria, “No te dije que no anduvieras por ahi sola?”
Esther frunció el ceño, “Lo olvidé“.
Él no dijo más, se quitó la chaqueta y se la puso a Esther.
La ventana de la cocina estaba abierta, el viento nocturno soplaba y Esther podia resfriarse.
Esther miró la chaqueta que le había caído encima…
En ese momento, la chaqueta no solo la protegia del frío, sino que también era una muestra de la confianza de él hacia ella, estaría a su lado sin importar qué
Esther lo miró, no había duda en sus ojos
No esperaba que confiara tanto en ella, la actuación de Patricia era demasiado realista y la mujer habia salvado a Adrián en el pasado, él le debía gratitud, por lo que no le hubiese sorprendido si no estaba de su parte…
Sin embargo, Adrián no se dejó engañar por la gratitud, lo que la conmovió.
Se relajo, se apoyo en los brazos de Adrián y dijo. “Estoy cansada“.
Te llevare a casa a dormir ahora“. El la acarició la cabeza como para calmarla, luego se marcharon.
Ese resultado dejó a todos asombrados, Adrian parecia estar protegiendo públicamente a una asesina.
Viendo como Adrian llevaba suavemente a Esther hacia la puerta de la cocina, la cara de Patricia se oscureció al máximo, sus uñas ya se habian–clavado profundamente en su propia palma.
¿Cómo es que Adrian creia en Esther sin dudar?
i¿Por qué?!
¿Por que?!
¿Esther habia lanzado algún hechizo sobre él?
*Detente! Ella mató a Max, ¿quién te dio permiso para irte?” Dijo Leonardo
Al oir a Leonardo, los sirvientes se pararon frente a ellos, bloqueando el camino
Adrian se detuvo, ladeó la cabeza, “Necesito permiso de alguien para irme?”
Leonardo se acercó a él y dijo, Adrián, aún estás protegiendo a esa mujer, es una asesina!”
La expresión de Adrian no cambió. Ella ya explicó lo que pasó, no mató a nadie, no lo oiste?”
El Sr. Ibarra se quedó atónito, luego dijo seriamente “¿Así que solo crees en su palabra? ¡incluso un criminal no admitiría fácilmente su crimen en cortel ¿Cuándo te volviste tan tonto“¿Crees que una mujer asi te amaria de verdad?”
Adrián respondió: “No me importa si me ama de verdad o no, yo confio en ella.”
Viendo la firmeza de Adrian, Leonardo no tenia intención de ceder, Tu confianza no tiene valor, porque tú no eres la ley!”
Después de decir eso, se volvió friamente hacia los sirvientes y dijo, “Llamen a la policia!”
De repente, se escuchó un ruido de algo rompiéndose en un rincón…
“¿Quién es? ¿Hay alguien escondido alli