Capítulo 690
Esther levantó los ojos con calma, “Soy inocente, ¿por qué tendria que admitir un crimen que no cometi?”
Leonardo entrecerró los ojos con gravedad, “Si no hiciste nada malo, ¿por qué tienes el arma del crimen en tus manos?”
Ella levantó el cincel que tenia en la mano, “Te refieres a esto? La Señorita Ibarra me lo dio a la fuerza, dijo que era para protegerme!”
Leonardo estaba cada vez más convencido de que ella estaba mintiendo, Esther, no te parece absurdo lo que estás diciendo?”
Ella miró con indiferencia, “Estoy diciendo la verdad, si piensas que es absurdo, entonces el problema es tuyo”
La cara del hombre se oscureció, pensó que la actitud de ella no solo era para escapar de la responsabilidad, sino también un desafio a su autoridad como jefe de la familia Ibarra.
“Esther, te dare otra oportunidad para admitir tu error. Todavia puedo dejarte asumir la responsabilidad de tu crimen, de lo contrario, haré que toda tu familia pague!”
Esther lo miro con calma, sintiendo un poco de ironia, incluso algo de risa.
¿Hacer que toda su familia pagara?
¿Se refería a sus parientes de sangre?
Si era asi, entonces el Señor Ibarra seria probablemente el primero en ser castigado.
Si no se referia a la sangre, entonces no había nada de qué hablar, ella no tenía familia.
“Como quieras!”
La frase que Esther pronunció suavemente dejó a Leonardo en shock, no podia entender.
¿No le importaba su familia?
¿Acaso no había nadie en el mundo que le importara?
Patricia, aprovechando su momento, preguntó con sollozos: “Esther, ¿estás insinuando que te di el arma para matar a mi Max?
Esther le echó un vistazo. “Lo que estoy insinuando, ¡tú lo sabes mejor que nadie“”
Patricia comenzó a llorar con pena. ¡No entiendo! ¿Cómo podria entender esas palabras sin fundamento? ¿No solo estás negando tu crimen, sino también me estas involucrando como complice? Soy la madre de Max, ¿cómo podria ayudar a un extraño a dañar a mi propio hijo?”
Esther la miró con disgusto. “Señorita Ibarra, llorar fuerte no engañará a todos
Tu me diste este cincel!
En ese momento dijiste que sospechabas que tu hijo estaba secuestrado en este almacen, que no podias abrir la puerta de ninguna manera y me pediste que te ayudara a abrirla
Creitus palabras, temia que al abrir la puerta de repente pudiera enfurecer a la persona dentro y dañar al niño, así que te aconsejé que no fueras impulsiva. Luego, me metiste este cincel en las manos, diciendo que lo usara para protegerme, que tú no tenias fuerzas para sostenerlo. Despues. corriste como loca, abriste directamente la puerta del almacén que dijiste que no podias abrir y tu hijo simplemente cayó desde adentro y yació ahi, nunca lo toqué. Creo que nadie sabe mejor que tú lo que le pasó a tu hijo.”
Patricia tenia una expresión entre herida y enfadada, dijo “Esther, ¿no te sientes culpable por decir estas mentiras? ¿No te condena tu conciencia? ¿Cuando te dije esas cosas? Deja de inventar mentiras!”
¿Quién es la que dice mentiras sin sentirse culpable?
¿Quien es la que no tiene una conciencia que la condene?
¡Era como un ladrón gritando atrapen al ladrón!
Esther miró a Patricia y la encontro repugnante.
Patricia continuó fingiendo estar triste, secándose las lágrimas con una expresion de dolor, y dijo al silencioso Adrian
“Adri, sé que todas las cosas buenas que has hecho por mi en estos años son porque una vez salve tu vida
No te estoy pidiendo que me devuelvas el favor ahora, solo te pido que vengues a Max, el no puede ser asesinado sin razón.