Capítulo 618
Esther notó que el hombre parecía tener otras intenciones, así que, ante la mirada intensa de Adrián, instintivamente se apartó.
*Señor Gómez, qué estás diciendo! Jamás robaria algo de la familia Gómez!”
Después de decir eso, extendió su mano para abrir la puerta del auto, queriendo salir de alll lo más rápido posible.
Sin embargo, la puerta estaba bloqueada y no pudo abrirla
Esther se sintió un poco enfadada y frustrada, tiró fuertemente del mango de la puerta, “Por favor, abre la puerta! ¡Quiero bajarme!”
El hombre se acercó a ella, “Si no has robado nada mio, ¿por qué tanta prisa?”
Esther sintió el aliento cálido del hombre en su cuello, lo que la sorprendió “¿Qué estás haciendo?! ¡Alejate!”
Instintivamente hizo un gesto para empujar al hombre, pero accidentalmente golpeó su ojo lastimado….
Adrian soltó un gruñido y cubrió su ojo herido con la mano, frunciendo el ceño por el dolor.
Viendo esto, Esther se sintió culpable por haber sido tan brusca. Su tono, que siempre era tranquilo, se suavizó. “Lo siento, no fue intencional Tu ojo está bien?”
Adrian sostenía su ojo, pero no pudo ocultar la oscuridad en su rostro. La miró con su otro ojo y preguntó, “¿Qué crees tú?”
Esther se sintió culpable por su acción anterior, siempre calmada, su tono se suavizó un poco,
Adrian “Si, duele!”
Cuando un hombre tan dominante como el admitía que le dolia, seguro que era un dolor intenso.
¿Podría haber dañado su ojo?
Lo siento, ¿te duele?”
Esther se preocupaba más y más, dejó de lado todo y se giró hacia Pablo, que estaba parado frente a ellos dos, “¿Qué estás haciendo ahi parado?! ¡Arranca el auto y lleva al Sr. Gómez al hospital ahora mismo!”
¡De acuerdo!”
Pablo volvió en sí y arrancó el auto. Salieron de la casa de la familia Chavira y se dirigieron al hospital…
En el auto, Esther ya no pidió bajarse. Estiró el cuello para ver la situación de la carretera, estaba despejada, deberian llegar al hospital pronto.
Después de mirar la carretera, volvió a mirar el estado de Adrián.
Al ver que todavia estaba cubriendo su ojo, se sintió bastante inquieta, por lo que se acercó un poco y dijo, “Eh… Sr. Gómez. ¿por qué no quitas la mano y me dejas ver cómo está tu ojo?”
Adrian levanto una ceja y la miró de reojo
No respondio, pero escuchó lo que ella dijo y quito la mano de su ojo para que ella pudiera ver.
Esther se enderezo para ver claramente su ojo Notó que los coágulos de sangre en el ojo habian aumentado
Se sintió agobiada, como si alguien le estuviera apretando el corazón. Estaba muy preocupada.
Esther frunció el ceño con ansiedad, su mirada estaba llena de preocupación, le preguntó con cuidado, ¿Te duele mucho el ojo?”
El hombre respondió “Mucho.”
¡Su ojo le duele mucho, qué pueden hacer!
Esther buscó apresuradamente, pero no había nada en el auto que pudiera usar para aliviar el dolor.
Sin más opciones, dijo: “Tal vez… ¿te ayudo a soplar un poco?“. Adnan pareció dudar, sin aceptar ni rechazar su propuesta.
Esther interpretó su silencio como un consentimiento implicito. Se acercó a su ojo y soplo suavemente sobre el tratando de proporcionar un
alivio similar a un masaje.
El hombre la dejó hacerlo, cerró su ojo izquierdo y sintió el aire que Esther soplaba en su parpado, como un ligero masaje, de hecho, podia aliviar un poco el dolor
-Alver que las cejas fruncidas de Adrián se suavizaban gradualmente, Esther penso que su soplido estaba funcionando, asi que continuó…..
De repente, el hombre abrió su ojo izquierdo, y sus miradas se encontraron
Estaban tan cerca que podian sentir la respiración del otro en su pi