Capitulo 617
Capítulo 617
Las palabras de Pablo se interrumpleron y se vio obligado a tragarselas, “Eh… señor Gómez, ya regreső.
La expresión de Adrian era indiferente, hizo un frío resoplido y dijo: “Conduce”
“Espera un momento“, detuvo Esther.
Giró la cabeza hacia el hombre que acababa de subirse al auto y estaba sentado junto a ella, y le dijo con desagrado: “Sr. Gómez, me has obligado a subir a tu auto, ¿qué quieres? Si no tienes nada que hacer, quiero bajar!”
Adrián no la miró, inclino ligeramente la cabeza y sacó una caja de cigarrillon metálica y exquisita de su bolsillo interior del traje Abrió la tapa con sus largos dedos y sacó un cigarrillo, golpeando ligeramente la caja. Su tono era frio y sarcastico: “¿Qué pasa? ¿Te sientes incómoda al sentarte en mi auto, Sita Galán?”
Sus palabras eran afiladas, casi desafiantes Esther frunció el ceño molesta y respondió “No es eso Solo siento que no somos cercanos Si me ven sin razón en tu auto, causará malentendidos innecesarios”
“No cercanos, eh?” Esta mujer realmente sabe cómo herir a los demás!
El hombre no encendió el cigarrillo, su mirada fria se posó sobre ella, “Srta. Galán, ¿puedes repetir lo de no ser cercanos? ¿Has olvidado que una vez estuvimos juntos?”
Parecia que estaba mencionando aquella inolvidable y loca noche bajo la lluvia.
Esther se sintió incómoda y enojada. Queria explotar, pero cuando levantó la vista y vio la expresión del hombre en ese momento, quedó sorprendida. Te lastimaron?“, preguntó, señalando su rostro.
Adrian tenia un moretón en la esquina de la boca, una herida visible en la ceja izquierda, y lo más grave era su ojo, el blanco del ojo izquierdo
estaba sangrando
¿Que había pasado?
Un hombre como Adrián, la mayoría de la gente lo respetaria, ¿quién se atreveria a pelear con él?
Adrian respondió “Estoy bien, fue un accidente”
Esther abrió los ojos de par en par, “No mientas! ¿Cómo puedes lastimarte asi por accidente?”
Adrian la miró, soltó una risita fria, “¿Por qué no? ¿Acaso la señorita Galán no puede derramar café accidentalmente sobre su cabeza?”
Esther:
Este hombre es
¡Tan molesto!
“Tu ojo esta sangrando, sin importar cómo te lastimaste, deberías ir al hospital a revisario“.
Por preocupación, Esther le sugirió que fuera al hospital, pero tenía un sentimiento indescriptible en su corazón.
Se sentia nerviosa y algo incomoda
El hombre entrecerró los ojos y dijo friamente: “De acuerdo, escucharé a la Srta. Galán. Vayamos juntos a hacer un chequeo en el hospital”
¿Juntos? Esther se puso en alerta, preguntó extrañada: “No estoy herida, ¿qué debo revisar en el hospital?”
Adrian la miró fijamente, su mirada cayó sobre su todavía plano abdomen.
Después de un breve silencio, dijo: “Vamos a revisar si no te has llevado algo de ‘valor‘ de la familia Gomez”
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