Capítulo 472
Patricia mostró una mirada frágil que hacía que te dieran ganas de protegerla, como un ciervo inocente, “Pero…”
Jacinta se levantó, le dio un golpecito a la mesa de Esther y luego cruzó sus brazos, y le dijo a Esther con arrogancia:
“Escucha bien, Esther! El niño está durmiendo en el sofá de la oficina de Leo, Patricia y yo saldremos un rato, ipero volveremos pronto! ¡Si algo le sucede al niño cuando volvamos, será tu culpa!”
Esther ni siquiera levantó la mirada, estaba a punto de rechazar la propuesta.
Sin embargo, Jacinta no le dio la oportunidad de negarse, tomó la mano de Patricia, “¡Patricia, vámonos!”
Esther frunció el ceño, levantó la mirada y solo vio a Patricia y Jacinta desapareciendo en el ascensor….
Podia entender el comportamiento de Jacinta, pero Patricia, como madre, ¿cómo podría entregar a su hijo tan fácilmente a alguien que apenas
conoce?
Esta situación inusual le pareció un poco sospechosa.
De todas formas, Esther no queria meterse demasiado en los asuntos privados de Patricia.
Sin embargo, el Sr. Ibarra acababa de salir a atender una llamada, y el niño se quedó solo en la oficina, lo cual era peligroso.
Después de pensar un poco, Esther decidió llevar su laptop a la oficina del jefe…
El pequeño niño, tal y como dijo Jacinta, estaba durmiendo en el sofá, cubierto con la chaqueta de Patricia.
Esther, tratando de no despertar al niño, se acercó con cuidado y puso su computadora en la mesa.
Luego, aprovechó para acercarse al escritorio de Leonardo, sacó una cámara de alta resolución que habia traido especialmente, y tomó una foto del marco con la foto de la madre que estaba en el escritorio. Luego, guardó la cámara.
Esther volvió al sofá y se sentó cerca del niño mientras seguia traduciendo documentos. Ella le echaba un vistazo de vez en cuando al niño para ver si se despertaba o caia al suelo.
Durante todo este tiempo, Leonardo no volvió. Pasó más de una hora y Esther finalmente terminó su tarea de traducción y se estiro.
Viendo que el niño aún no despertaba, decidió recostarse en el sofá y cerrar los ojos un momento.
No mucho después, escuchó el llanto del niño y rápidamente fue a ver….
El hijo de Patricia había abierto los ojos, se habia levantado solo y estaba mirando a su alrededor, como si estuviese buscando a su madre.
Cuando vio a Esther, de repente mostró una expresión de terror y comenzó a llorar a lágrima viva.
Esther se asustó con su repentino llanto y por un momento no supo qué hacer.
Aunque estaba embarazada, no tenia experiencia en cómo calmar a un niño.
“Eh… Tu mamá volverá pronto, no llores!”
Un niño de poco más de un año aún no sabe hablar bien, y tampoco puede entender lo que los adultos dicen, asi que no dejó de llorar Cuando Esther intentó levantarse para consolar al niño, él al ver a Esther acercarse empezó a llorar aún mas, como si hubiera visto a un monstruo aterrador.
Incapaz de reaccionar, Esther decidió no acercarse más, “Está bien, no me acercaré, ¿puedes dejar de llorar?”
El niño ignoró por completo lo que ella decía, se bajó del sofá y comenzó a tambalearse hacia la puerta…
Esther no podia permitir que un niño pequeño saliera solo, así que rápidamente comenzó a seguirlo, “¡Espera…….!“