Capítulo 463
Esther obtuvo la respuesta que quería escuchar y sonrió satisfecha. “No hay problema, siempre y cuando ese hombre no aparezca mucho, estaré tranquila.”
Zeus encontró la actitud de Esther extraña, no tenia idea de lo que estaba pensando, asi que decidió ignorarla y se preparó para irse…
*¡Espera! Zeus, quiero hablar de algo contigo.”
Esther lo detuvo de nuevo.
Zeus estaba empezando a impacientarse “Habla ya de una vez!”
“La cosa es asi. No quiero que la gente de la familia Gómez sepa que estoy trabajando aqui, ¿podrías ayudarme a mantener mi información de contratación en secreto? No quiero que nadie sepa que estoy trabajando en Ibarra CO, ¿puedes hacerlo?”
Zeus miró fijamente a Esther durante un rato, luego dijo: “Por supuesto, eso no es un problema.”
Esther se inclinó profundamente hacia el con una cara bastante seria. “Entonces, te lo agradezco mucho.”
Zeus se sorprendió por su reverencia.
De repente, se dio cuenta de que esta Señorita Galán realmente sabia cómo seguir las reglas cuando trabajaba, no era tan arrogante como
antes
“Esta bien, concentrate en tu trabajo y no pienses en cosas irrelevantes. Aunque ya hayas sido contratada, todavia puedes ser despedida. ¡Debes familiarizarte rápidamente con el entorno laborall Cuando el señor Ibarra regrese, podría pedirte que hagas cosas en cualquier momento, debes estar preparada!”
Esther asintió, entendiendo “Gracias por el recordatorio, trabajare duro!”
Zeus quedó perplejo nuevamente, la habia advertido? ¡Esta mujer realmente sabe como tocar el corazón!
Después de que Zeus se fuera, Esther se sentó en su escritorio, descansando un rato.
Con dos meses de embarazo, estar de ple mucho tiempo le causaba dolor de espalda. Fue la primera vez que comprendió verdaderamente que ser madre no era fácil.
Hoy habia logrado ser contratada en Ibarra CO., un gran paso hacia la revelación de la verdad de su pasado.
Además, tenia otra tarea: cuando Leonardo no estuviera mirando, tenía que entrar a su oficina y tomar una foto de la imagen en su escritorio
para tener una copia.
No sabia por que, pero parecia que no podia recordar la cara de su madre.
Habia visto la foto claramente el día anterior, pero por la noche, no podía recordar cómo se veía su madre. Solo podía recordar la silueta borrosa que siempre había tenido, y no podia recordarla con claridad.
Sin embargo, su memoria para otras cosas era excelente, lo que la desconcertaba mucho.
Asi que decidió guardar una foto de su madre para mirarla todos los dias y recordar su rostro.
Quizás su madre todavia estuviera viva, y si algún día la encontrara en la calle, no quería perderla porque no la reconocía
Mientras pensaba en su madre, una voz femenina aguda resonó frente a ella. “Esther, ¿qué haces aquí? Estás sentada en el lugar de la secretaria del jefe!”
Esther volvió en si, levantó la cabeza, y vio a su vieja amiga, Jacinta Jurado.
¿No habian dicho que Jacinta había sido arrestada por la policía por sospechas de crimenes? Parecia que todavía no habia terminado su sentencia, ¿cuándo la habian liberado?
Al ver la expresión confundida en el rostro de Esther, Jacinta se rio de forma coqueta y con orgullo. “¿Qué tal? ¿Estás sorprendida de verme? Pensaste que todavia deberia estar en prisión cumpliendo mi sentencia, ¿verdad?”