Capítulo 395
José captó la intención del Sr. Gómez, se dio la vuelta y salió a dar instrucciones a sus chicos.
Después de que todos los visitantes fueron desalojados, Esther se sintió fresca y tranquila. “Señor Perfecto, ya puedes soltarme, ¿no?”
Adnan la miró y no la soltó, al contrario, la abrazó aún más fuerte. “Si te suelto, ¿me vas a dejar solo y te vas a ir?”
“Señor Perfecto, no te has dado cuenta de que mi maleta está muy ligera? No hay nada adentro, no hice maletas en realidad, ¡solo estaba fingiendo!”
Adnan notó que el peso del equipaje era extrañamente ligero, pero aun asi, estaba un poco molesto Sus ojos se endurecieron, “¿Cómo pudiste permitir que alguien te moleste en casa sin decirmelo?”
¿No estabas trabajando? ¡No quería interrumpirtel Y, además, la gente de mi casa no merece que tomes tu tiempo para lidiar con ellos. De hecho, yo misma podria haberlos echado, pero no habria funcionado tan bien, habrian vuelto. Conozco demasiado bien a esas personas, de ser que no hubieras intervenido, no me hubieran creido y no se hubieran rendido. Asi que, fingi que estaba empacando, los mantuve ocupados hasta que terminaras de trabajar y pudieras ayudarme a lidiar con ellos.”
*¿En serio? ¿Entonces deberia agradecerte por considerar mi trabajo?”
Esther dijo felizmente “De nada! Si sé cómo pronizar!”
Adrián le dio un golpecito en la cabeza, se notaba ligeramente molesto. ¿Qué es lo importante? Recuerda, cualquier cosa que tenga que ver contigo es lo más importante y debes decirmelo de inmediato”
Esther se quedo boquiabierta, luego asintió obedientemente, “Está bien, la próxima vez seguro!”
Después de darle indicaciones a su personal sobre cómo manejar la situación con la familia Galán, José volvió. Al ver at Sr. Gómez y a la Sra. Gómez juntos, se sintió muy satisfecho y no pudo evitar sonreir
La Sra Gómez es una persona fácil de tratar, es una persona sin muchas pretensiones. Al principio, todos los empleados de la casa la miraban con prejuicio, pero a ella no le importaba
Con el tiempo, todos comenzaron a entenderla y a quererla.
Imaginense, si la arrogante señorita Irene hubiera venido, ¡no habrian podido soportarla!
Pensando en esto, Jose apreciaba aún más a la adorable Sra. Gómez
“Sr Gómez, la cena está casi lista, hay algo más que quieran comer?”
Adrián frunció el ceño y miró el salón y el comedor que habían sido ocupados por la familia Galán.
“No es necesario, llevare a Esther a cenar fuera. Ustedes coman primero y luego hagan que alguien limpie la casa a fondo.”
“Si, Sr. Gómez
Jose entendió que los de la familia Galán habían dejado la casa en mal estado, lo cual afectaba mucho el humor de Adrian. Aunque Adrian no lo menciono, el haria que limpiaran y desinfectaran todo a fondo.
Adrián miró a Esther y le dijo “Espera aqui un momento, voy a cambiarme de ropa y luego te llevaré a pasear”
“Eh? ¿A dónde vamos a ir?, preguntó Esther con curiosidad.
“Lo sabrás cuando lleguemos”
Esther torció la boca, ¡qué misterioso!