Capítulo 1206
Esther se puso muy nerviosa: “¿Qué te pasa?“.
Jimena no respondió, el teléfono fue arrebatado de repente: “Ella no puede atender ahora, puedes decirme qué necesitas o llamar en dos foras” Esther: “…”
Era la voz de Brayan Ibarra, entonces, ¿qué estaban haciendo ellos dos?
En el otro lado del teléfono, la voz de Jimena tenía un toque de confusión: “¿Podrías esperar a que termine la llamada antes de hablar? ¡Ah… alejate!”
El rostro de Esther se puso rojo y colgó el teléfono de inmediato. Que lio era todo en aquel momento! Con algo de dolor de cabeza, comenzó a frotarse las sienes y se acostó en la cama cubriendose la cabeza con la manta.
Por otro lado.
Jimena estaba debajo de Brayan en la cama, su rostro usualmente elegante y suave, en ese momento estaba rojo. No era por nada extraño, sino porque ese joven le habia arrebatado su teléfono y revelado sin cortesia–lo intimos que estaban siendo en ese momento.
¡Qué vergüenza!
¡Qué vergüenza!
No tenia intención de contestar el teléfono en ese momento, pero lo hizo porque no esperaba que fuera Esther quien llamaría, ya que, en los últimos seis meses, ellas no habias hablado, pensó que era una llamada de trabajo, por eso contestó. Si hubiera sido una llamada de trabajo. podria haber manejado la situación sin problema.
Pero al dir que era Esther, se puso nerviosa, ya para ese momento su jefa sin duda ya adivinó lo que ella y Brayan estaban haciendo, ¿qué podría ser más embarazoso que eso?
Cuanto más pensaba en ello, más agitada se sentia, abrazo el cuello de Brayan y le arañó la espalda con fuerza, dejando diez marcas sangrientas! Sin embargo, este no sólo no se contrajo por el dolor, sino que se excitó aún más por el estimulo en su espalda, ¡y se volvió aún más energico y salvaje
Jimena no pudo soportarlo más: “Tu… tú no…”
Brayan bajo la cabeza y la beso “Jimena, me gustas, realmente me gustas mucho…”
La razón y la cordura de Jimena fue desvanecida por su apasionado beso, abrazó su cabeza en respuesta, y se hundió en él. Siempre era asi, una vez que Brayan se metia en su cama, era como un lobojoven, jella simplemente no podia controlarlo!
Una hora después
Brayan se levantó para ducharse, Jimena se puso un pijama y se sentó en la cabecera de la cama para devolver la llamada a Esther.
Esther atendió rápidamente, pero no dijo nada, ella comenzó a hablar con algo de verguenza: “Esther, lo siento, habia algo…”
Esther se rio friamente Ya terminaste de manejarlo?”
Jimena se rio nerviosamente “Si, ya está hecho”
Esther le preguntó Que planeas hacer con Brayan en el futuro? ¡Acaba de convertirse en adulto y aún no sabe nada de la vida!”
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