Capítulo 1143
En otro lugar.
Josefina se lavaba la cara con agua fria en el baño, al levantar la vista y ver su maquillaje corrido en el espejo, sintió un fuerte desprecio por sí misma. Se sentía muy desagradable.
Hubo un tiempo en el que casi se caso, entonces, ingenuamente pensaba que era la mujer más afortunada del mundo, pero su novio, antes de comenzar la boda ese mismo dia, hizo algo imperdonable con otra mujer en el almacen.
Después de revelarse lo sucedido, el novio fue el que se enfureció y hasta la amenazó con sus fotos privadas. Fueron Adrián y Esther quienes la ayudaron a resolver ese problema, esa vez, si no fuera porque los invitados respetaban a Adrián, jella habría sido objeto de burlas mucho antes!
Pero ya para ese momento, se enamoró irracionalmente de Sergio, a pesar de las repetidas advertencias de Esther, se obstinaba en creer que ella era la especial, que seguro podia hacer que el cambiara, pero… Volvió a ser el hazmerreir de todos!
Ella era la incondicional que tenia que comprar anticonceptivos para su amor y otra mujer, no era de extrañar que Verónica le dijera eso.
Alguien golpeó la puerta del baño, Josefina volvió en sí, pensando que alguien necesitaba usarlo, no se atrevió a ocuparlo por mucho tiempo, rápidamente se secó la cara con una toalla de papel preparándose para abrir la puerta. Al abrir la puerta, vio a Sergio de pie en la entrada, mirandola seriamente, ella se sintió un poco avergonzada: “Sr. Fierro, ya terminé en el baño, puede usarlo!”.
Bajo la cabeza instintivamente y se dirigió rápidamente hacia la salida, dejándole el baño libre, sin embargo, no había dado ni medio paso cuando Sergio la volvió a jalar al baño con su brazo largo.
La puerta del baño se cerró y se puso el cerrojo. Josefina estaba un poco sorprendida: “¿Sr. Fierro?“.
Los dedos frios de Sergio tocaron suavemente las lágrimas en la esquina de sus ojos: “¿Has estado llorando? Tu maquillaje está corrido“. Los ojos de Josefina se desviaron un poco: “No, solo me lavé la cara“.
Sergio mostró una rara expresión de remordimiento: “Lo siento de verdad, por mi culpa, te hicieron pasar un mal rato“.
Josefina se quedó atónita, no esperaba que él se disculpara con ella, se tomó un momento para reaccionar: “No, me lo busqué yo misma, siempre he sido la burla de todos, desde que mi boda fracaso la última vez!“.
Sergio fruncio el ceño: “¿Quién dijo que eres un chiste?“.
Josefina se recordó a si misma no pensar demasiado, Sergio no tenia segundas intenciones: “Sr. Fierro, sé que no te gusto, asi que no hay nada malo en que me rechaces de esa manera, no te culpo“.
Sergio la miro en silencio por un momento, luego sacó unas cajas pequeñas de su bolsillo, ella miró lo que él tenia en la mano, su cara se puso roja al instante, jeran los anticonceptivos que había comprado para él la última vez!
¿Por qué los sacó en ese momento?