Capítulo 1092
El hombre mordió su oreja de forma dominante y prepotente, diciendo, “¡Deja de hacer un escándalo! ¿No es más cómodo acostada? Quédate aqui tranquila, te haré sentir a gusto.”
Esther se sonrojó al instante ante la insinuación en sus palabras.
Luego, lo apartó con una mezcla de vergüenza y enojo, “Humph! ¡Creo que no estás lo suficientemente cansado! ¡Todavía tienes energía para pensar en estas tonterías!”
Dicho eso, saltó rápidamente de la cama para poner distancia entre ellos, evitando ser arrastrada hacia él.
Pero en el siguiente instante, sintió que algo no iba bien.
Adrián no intentó detenerla, ni siquiera mostró signos de insatisfacción, simplemente se quedó acostado por su cuenta, apoyando su barbilla con una mano, su mirada era profunda y desafiante
Frunció el ceño, no entendia lo que significaba esa mirada, hasta que sintió el frio en su cuerpo y miró hacia abajo, su cara se volvió a poner rojal
¡Se habia olvidado de que estaba desnuda!
¡Qué vergüenza!
Y ese hombre la miraba tan fascinado!
¿Dónde estaba su ropa?
Esther estaba completamente desorientada, buscando frenéticamente su ropa.
Después de un rato, no encontró la ropa de dormir que él le había quitado
Así que tuvo que buscar la ropa de cambio que había traido, cogió una al azar y se metió en el baño.
Se puso el vestido rosa pálido que habia traido y al ver su reflejo en el espejo, su cara seguia roja.
No entendia por qué siempre se sentia avergonzada y sonrojada delante de Adrián.
¡Eso no era lo que ella queria!
¡Ay!
Mejor dejar de pensar en eso, cuánto más lo pensaba, más vergüenza sentia, asi que comenzó a cepillarse los dientes.
Justo en ese momento, la manija de la puerta del baño se movió y la puerta se abrió.
Antes de que pudiera reaccionar, una gran figura entró y la abrazo desde atrás, sin decir nada, solo mirandola en el espejo con una sonrisa en su
rostro
Aún no se habia recuperado de la vergüenza anterior cuando fue abrazada de nuevo, arrugó las cejas en alerta y con la boca llena de espuma de pasta de dientes, murmuro ¿Qué estás haciendo ahora?”
El sonrió levemente, “Nada, solo mirandote.”
Esther forzó una sonrisa, “¿Qué tiene de especial cepillarse los dientes?”
Él la miró con cariño, “A nadie le interesa cepillarse los dientes, pero a ti te queda bien.”
Esther se sintió un poco nauseabunda, pero su cara se puso roja de nuevo, “Si quieres mirar, mira. Pero no me toques, me enfadaré.”
Adrian asintió obedientemente, “Está bien, lo tendré en cuenta.”
Ella se quedó sin palabras.
¿Se habia vuelto más dependiente desde que volvió del extranjero?
Estaba agotado y la abrazaba con cariño, lo que de verdad la hacia sentir bien…..
Sin embargo, aún no habia explicado quién era la mujer en la llamada, asi que no podia ser demasiado amigable con él.
Esther podría preguntarle directamente, pero preferia que él tomara la iniciativa y se lo explicara todo.
-Siempre que él hablara, ella le creeria.
Capítulo 1093