Capítulo 1059
Josefina se quedó un poco atónita y dijo, “Esther, ¿a qué te refieres? ¿Acaso te arrepientes de estar embarazada del hijo de mi tio?”
Esther sonrió ligeramente y dijo con calma: “Aunque el hijo que espero de tu tio fue una sorpresa, no me arrepiento en absoluto. Solo quiero recordarte que no dejes que el amor te nuble la razón. No empieces a imaginarte una vida con alguien, ni te lances a los brazos del amor, ini pienses en tener un hijo con él sin tener nada seguro todavia!”
Josefina entendió lo que Esther queria decir y asintió un poco triste, “Si, lo tengo en cuenta. Esther, en realidad debería haber escuchado tus consejos desde el principio, no debi soñar con cambiar a un hombre inquieto… Al recordarlo ahora, hasta me parece gracioso, como si hubiera tenido demasiada confianza en mi misma…”
Esther entrecerró ligeramente los ojos, su mirada estaba llena de ternura y simpatia, “No es tu culpa, es que ese tipo, Sergio, simplemente no está hecho para casarse. No es tarde que te des cuenta ahora, en el futuro debes buscar a un hombre que sepa valorarte.”
Josefina bajó la cabeza, miró al suelo de la habitación del hospital, repasando una y otra vez en su mente esos momentos con Sergio que le habian hecho latir el corazón…
Aunque aquel dia se haya sentido herida por el comportamiento irrespetuoso de Sergio…
¡Le dolia mucho!
Queria dejar atrás ese amor.
Pero, era tan dificil olvidar, tan dificil dejarlo ir!
“Esther, después de todos estos años que has conocido al Sr. Fierro, ¿ha tenido alguna vez una relación seria con una chica?”
Josefina preguntó con curiosidad, pensando si Sergio habría cambiado debido a alguna experiencia…
“No” Esther respondió casi sin pausa.
Josefina frunció el ceño con desconcierto y dijo, “¿Por qué se ha convertido en lo que es entonces? No creo que alguien nazca sin importarle el amor, siempre hay unos años en la juventud en los que se cree en el amor!”
Esther pensó en los problemas de comportamiento de Sergio y no pudo evitar masajearse las sienes.
Habia intentado educarlo, pero no tuvo éxito.
Si no le permitía salir a jugar con mujeres, se quedaba en casa bebiendo o jugando videojuegos.
Para evitar que hiciera cosas excesivas, solo le permitía salir con chicas que compartieran sus mismas ideas sobre las relaciones, para divertirse. A lo largo de los años, había tenido tantas novias que ya había perdido la cuenta, hasta él mismo habia olvidado los nombres de esas chicas!
“Ese tipo no cree en el amor desde lo más profundo de su ser. No sale con mujeres para tener una relación seria, sino por aburrimiento, para jugar a los juegos de amor. Josefina, para algunas personas, el amor no es esencial en sus vidas, no importa lo que hicieras, nunca podrás llegar realmente a ellos, asi que deja de pensar en gente como esa, jen el futuro tu tio te presentará a alguien más guapo que él!”
Sin embargo, para una chica como Josefina, que consideraba el amor como algo muy importante, simplemente no podia entender a las personas que no creian en el amor en ese mundo…
Josefina pensó por un momento y preguntó con curiosidad: “Esther, alguna vez creiste en el amor?”
Esther se quedó en silencio por un segundo, luego respondió: “No lo creo.”
Realmente no lo creia.
Cuando era niña, pensaba que Juan Galán era su padre biológico. Viendo a Juan y Eugenia Galán juntos, como si su madre nunca hubiera existido, y como si no le importara su propia hija…