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Capitulo 1006
El hombre apretó firmemente las manos, luego las soltó lentamente.
Después de un silencio, respiró hondo, exhaló lentamente y mostró una sonrisa burlona pero allviada en su rostro.
*Recuerdo que dijiste que querías ser el centro de atención, la mujer más hermosa. Fue por ti que decidi convertirme en estilista, te acompañé en competencias. Fui yo quien te moldeó poco a poco hasta convertirte en la reina del campus, pero tú, dices que Jacob ha estado siempre a tu lado apoyándote, ¿eso es lo que piensas?”
“Ahora eres muy famosa, con mucha gente esperando verte caer. Entonces, crees que, si estás conmigo, te convertirás en el hazmerreir de los demás, ¿verdad?”
El rostro de Emma se veía algo incómodo, mordió su labio y al final solo dijo: “…lo siento“.
“Bien, lo entiendo.” Dijo soltando una risa irónica.
Suspiró profundamente, la voz que salía de su garganta todavía estaba llena de ironia
“La duda que me ha estado molestando durante mucho tiempo se ha resuelto y puedo respirar de alivio. Pero aún quiero agradecerte, gracias a
ti, decidi convertirme en estilista, de alguna manera, encontré un propósito para mi vida. No creo que te deba nada, por eso no me cuesta agradecerte. Entonces, en el futuro…”
Los ojos de Fabio de repente se volvieron firmes y fríos, provocándole un escalofrio que la hizo retroceder dos pasos.
En medio de su confusión, lo escuchó decir con voz helada:
“Entonces, a partir de ahora, no hay nada entre nosotros! Tienes razón, tú y yo, ahora y en el futuro, nunca seremos iguales.”
El rostro de la joven se relajó un poco. “Si eso es lo que piensas, entonces es lo mejor.”
Él se rio friamente, suspiró con profundidad y luego cayó en silencio.
La puerta del probador se abrió a medias.
Adelina mordió su labio con fuerza, mirándolos, con furia en su rostro.
“¡Esa Emmal,cómo puede ser tan desagradecida! Fabio ha sido tan bueno con ella, ¿cómo puede decir esas cosas? ¡Es demasiado!”
La mirada de Selena se desvio desde afuera, comenzando a arreglar su vestido
A diferencia de la furia que se notaba en Adelina, en su rostro apareció una leve sonrisa.
“Siempre hay algunas personas que son demasiado, eso te hace sentir la necesidad de pisotearlas.”
Adelina apretó su puño, manteniendo su mirada fija en Fabio, quien se encontraba de perfil. No podía ver claramente su expresión, pero estaba llena de ira y tristeza.
No había dado tiempo a procesar las palabras de Selena
No pasaron ni dos minutos cuando un hombre vestido con un traje de estampado blanco entró.
Cuando Luisa vio al hombre en la puerta, una sonrisa se formó en su cara de desden hacia Fabio. Justo cuando estaba a punto de saludar, el hombre en la puerta fue rodeado por varias personas.
“Eres Jacob!, ¿verdad?”
“Soy la asistente de diseño de la tienda, soy tu admiradora!”
“Soy el estilista de aquí, Luis. Sr. Jacob, es un honor conocerlo. La última vez también participé en el Concurso Internacional de Belleza, tuve la suerte de quedar en quinto lugar, pero tú sigues siendo el campeón, te admiro mucho.”
Al verlo, los diseñadores, estilistas y asistentes de la tienda, e incluso los clientes, se acercaron a él.
Jacob tenía una sonrisa cortés y humilde en su rostro, pero el trato de adoración y adulación que recibía inevitablemente revelaba un aire de arrogancia en su rostro
“Sr. Jacob, los looks para Emma en la Semana de la Moda de estos dos años siempre han sido impresionantes y han atraido la atención del mundo de la moda internacional. ¡Muchos diseñadores famosos quieren trabajar contigol”
“Creo que en la Semana de la Moda de Otoño–Invierno de Paris que se celebrará en unos dias, tus diseños seguramente harán que ella sea la estrella más brillante.”
“Aunque me muero por ganar el Concurso Internacional de Belleza de este año, al escuchar que tú también te inscribiste, creo que este año mis esperanzas pueden desvanecerse.”
Jacob sonrió amablemente, “Me halagas, solo estoy haciendo mi mejor esfuerzo, también debes esforzarte.”
El estilista de la tienda asintió con sorpresa, “Espero tener la oportunidad de aprender de ti.”
El hombre miró a su alrededor, finalmente su mirada se posó en Emma, que estaba a un lado.
A la vista de esto, todos retrocedieron con discreción.
Bajo la mirada de Jacob, Emma se ruborizó un poco.
Lolaa palmed su mano con satisfacción, sonriendo mientras él se acercaba paso a paso.
Luego miró a Fabio, que estaba de pie a un lado, y negó con la cabeza.
“¿Lo ves, Fabio? Esa es la diferencia entre tú y Jacob. Emma es una estrella admirada por todos, y él es un reconocido estilista internacional muy respetado. Son la pareja perfecta. Y tú…”
Volvió a mostrar un desdén incontrolable en su rostro.
“Mamá, Emma…”
Jacob ya estaba parado frente a ellos, saludándolas con una sonrisa.
Luego levantó la vista, como si acabara de ver a Fabio, mostrando sorpresa.
“¿Fabio? ¿Qué coincidencia encontrarte aquil¿Cómo llegaste a la ciudad P?”
Lo miró friamente, sin decir una palabra
Jacob arqueó una ceja, tomó a Emma y la atrajo hacia él, acomodando el mechón de cabello de su sien detrás de su oreja.
“¿O viniste a mi boda con Emma? Fabio, eres tan considerado…”
“Felicitaciones” Dijo mirándolo sin expresión.
Jacob arqueó una ceja y sonrió indiferente
“¿Ya escogiste el vestido de novia?” Le susurró a Emma.
Ella negó con la cabeza, en ese momento una de las jóvenes que trabajaba alli dijo:
“La sección de vestidos de novia no está aqui, siganme por favor.”
Fabio vio a la pareja abrazándose fuertemente mientras se alejaba, no mostró ninguna emoción y simplemente comenzó a subir al segundo
piso
Luisa resopló friamente a un lado, y finalmente también los siguió
Fabio cerró los ojos profundamente, Luis, que había estado alabando a Jacob sin parar, apareció de repente Le echó un vistazo a Jacob y luego. se volvió hacia Fabio y pregunto:
“¿También eres estilista?”
Abrió lentamente los ojos, lo miró friamente y luego respondió: “Si”
“¿Conoces al Sr. Jacob?”
“No.”
El hombre frunció el ceño, lo miro de arriba a abajo, y sus ojos se llenaron de desden.
“Claro, eres un don nadie, ¿cómo podrias conocer al famoso Sr. Jacob?”
Justo cuando estaba a punto de perseguirlo, la puerta de la tienda se abrió
José Bernardo fue el primero en entrar, se detuvo en la puerta con respeto.
Luego, una figura alta y recta entró con pasos firmes
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