1
Capítulo 287
Aloir eso, Silvia apretó la mano debajo de la mesa.
Pero, por fuera, se mantenía serena.
“Vaya, qué suerte tienes! ¡Casarte con Lamberto es un sueño hecho realidad para mucha gente!”
“Si, no me importan tanto las riquezas ni el poder, puedo prescindir de todo eso. Pero el cariño y cuidado de Lamberto hacia mi, realmente siento que elegi al hombre correcto.”
Silvia se rio.
Claro que entendía que ¡Felicia estaba presumiendo de su amor!
Pero…
Ese romance, ¡pronto terminaria!
Felicia no lo disfrutaria por mucho tiempo!
“Tu amor con tu marido es tan envidiable! Ojalá pudiera tener un matrimonio asi!”
“Todos encontrarán a su media naranja! No te desesperes.” Felicia, al ver que no había nada sospechoso, se sintió más aliviada.
Parecia que estaba pensando demasiado.
Felicia no había vuelto a la oficina ni cinco minutos cuando Lamberto abrió la puerta de su despacho.
“¿Dónde estabas?”
“Fui a ver a una amiga.” Felicia respondió con sinceridad, por lo que Lamberto no sospechó nada.
“La próxima vez, preséntame a tu amiga.”
“Claro! Cuando ella esté menos ocupada” Felicia le sonrió, “Mi amiga, está tan envidiosa de nuestro amor! ¿Crees que hice muchas buenas obras en mi vida pasada para encontrarte?”
“Hoy estás especialmente dulce.” Lamberto levantó una ceja y fue a abrazarla por detrás, “Hoy mientras estaba en una reunión recorde tu pregunta de anoche.”
Felicia se puso nerviosa, “¿Qué pregunta de anoche? ¡Ya me olvidé!”
“La que me hiciste sobre la madre biológica de Sergio.”
Sólo era una pregunta al aire!”
“Pero no creo que fuera solo una pregunta al aire.” Lamberto mordió suavemente su oreja. “¿Estás preocupada de que ella vuelva? ¿De que vuelva a enamorarme, de que mi madre la prefiera a ella, porque es la madre biológica del niño?”
Felicia parpadeo.
Para ser honesta, no había pensado tanto!
Solo recordó que Duero le advirtió que se cuidara de Silvia, y ahora que Silvia aparecía con frecuencia, sentía que algo no estaba bien, por eso preguntó
“Eres mi única esposa.”
Felicia se interesó de repente, se giró hacia Lamberto, “Entonces te pregunto, suponiendo, solo suponiendo, que tu madre amenaza con suicidarse si no te casas con otra mujer, ¿qué harías?”
Lamberto frunció el ceño, “No lo he pensado.”
“Pues piensalo ahora”
“Mi esposa serás tú a menos que me traiciones.” Lamberto sonrió y luego dijo, “Felicia, ten un hijo conmigo. Asi también así estaré más seguro.”
“¿Cómo pasaste a ese tema tan de repente?”
Felicia no estaba preparada.
Estaban hablando de su madre…
“¿Las dos cosas no están relacionadas? Estás preocupada de que mi madre me obligue a casarme con la madre biológica de Sergio, pero si tú y yo también tuviéramos un hijo, en la mente de mi madre, esa idea simplemente no existiría, ¿verdad? Si es asi, si ella me obliga a casarme con otra mujer, ¿nuestro hijo no tendría una madrastra? En ese caso, mi madre tendria que sopesar los pros y los contras, consideraria si realmente es necesario hacerlo!”