Capítulo 139
“¿Cuándo planeas adaptarte a esto?”
“Quizás nunca pueda adaptarme…” Felicia lo mira timidamente, “¿Podrías ponerte algo de ropa?”
¡Nunca supo que a Lamberto le gustaba andar así de libre!
Incluso en casa no usaba ropa
“¿No te gusta cómo se ve mi cuerpo?” Lamberto no solo se negaba a vestirse, sino que deliberadamente se acercaba a ella.
Felicia, asustada, corrió al baño y cerró la puerta, “Si no te vistes, ime voy a otro cuarto a dormir! No me siento cómoda, creo que es mejor que te vistas“.
Lamberto se puso resignado, rio fuera de la puerta, “Está bien, ya me vesti. Puedes salir”
“¿De verdad?”
¿Por qué te mentiria?”
Al oir sus palabras, Felicia asomó cuidadosamente por la puerta, y solo cuando vio que estaba vestido, salió
Pero antes de que pueda mantenerse de pie, fue levantada por Lamberto y lanzada a la cama.
“¿Qué, que vas a hacer?” Felicia instintivamente cubre su pecho con las manos.
“¿Que crees que voy a hacer? Es de noche, es hora de hacer lo que los esposos suelen hacer“.
Las alarmas sonaron en la cabeza de Felicia.
“Acabamos de regresar hoy, jestoy muy cansada!”
“Solo tienes que acostarte, no tienes que hacer nada más. La mano de Lamberto ya se ha deslizado dentro de su ropa.
Felicia solo pudo cerrar los ojos y sentir su toque
Sabia que tiene que adaptarse a esta vida y no puede rechazar a Lamberto todo el tiempo…
Pero…
Felicia nunca esperó que Lamberto no parara hasta las tres de la madrugada.
Al día siguiente, cuando abrió los ojos, ¡ya era mediodia!
Intentó levantarse, pero el dolor en todo el cuerpo la hizo sentir como si estuviera paralizada.
“Uf..”
Felicia se esforzó a levantarse, y antes de llegar a la puerta, vio a Lamberto acercándose desde el estudio.
“¡Buenos dias! Ya despertaste“.
“Um“, Felicia asintió, al ver la cara de Lamberto, los recuerdos de la noche anterior vinieron a su mente. Rápidamente bajo la cabeza, fingiendo mirar a otro lado.
Lamberto sonrió y la abrazo, “¿Aún te sientes timida?”
“Yo, yo no“.
“Deja de mentir, cualquiera puede verlo!”
Lamberto dijo resignado, “Está bien, el desayuno ya está listo en el comedor. Estuve esperandote, aún no he comido, vamos juntos”
Felicia asintió, “Vale”
“Tienes que comer más, jeres muy flaca! No se siente bien al tocar”
¡Cof, cof, cof” Felicia casi se atragantaba con su propia saliva debido al tose, sorprendida, miró a Lamberto y murmuro, ¿Podrías no decir esas cosas sin importar la ocasión? Tus padres están aquí, ¿qué pensarían de mi si lo escuchasen?”
Lamberto no parecía importarle, “¿Qué hay que temer? Ellos lo entenderan! Si te sientes incómoda, podemos mudamos. Tengo muchas casas más”
“¡No!” Felicia rechazó instintivamente, “Quiero estar cerca de los niños“.
“También podemos llevamos a los niños, pero eso podria resultarte agotador“.
Felicia abrió los ojos de par en par, se sintió tentada.
Después de todo, a nadie realmente le gustó vivir con suegros, siempre era algo incómodo, pero…
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Capitulo 139
“Mejor olvidalo! Tus padres también adoraban a los niños. Si nos los llevamos asi, perderían muchos momentos de felicidad“.