Capítulo 304
Al escuchar esas palabras de su abuela, el corazón de Evelyn casi dejó de latir.
¿Abuelita, sabes de quién estás hablando?
El presidente más joven del Grupo Gabriel, el genio dominante del mundo empresarial, el dueño de la familia Casal, fue descrito como un niño mimado!
Inquieta, Evelyn miró a Renzo.
Pero Renzo sonreía, su voz era agradable: “Mi abuela tiene razón, trabajaré más duro en el futuro.”
Después de decir esto, miró a Evelyn.
Al ver la sonrisa de Renzo, Evelyn se sintió aún más nerviosa.
La abuela preparó sus platos favoritos: pasta italiana con mariscos, sopa de champiñones, pollo asado….
Los tres se sentaron alrededor de una pequeña mesa
La abuela le dijo a Evelyn: ‘Come más. Creo que estás más delgada que la última vez que viniste.”
En ese momento Renzo todavia estaba de pie. No se sentó porque la abuela no se lo permitió
Evelyn se apresuró a decir “Siéntate y come tambien. La comida que hace mi abuela es mejor que la de cualquier restaurante.”
Renzo miró a la abuela. Entonces ella dijo: “Vamos a comer juntos.”
Renzo se sentó, probó un bocado y con sinceridad dijo: “Su cocina es realmente buena, esta pasta de mariscos es la mejor que he probado.”
Pero la abuela dijo: “No sea chupamedias.”
Evelyn sintió que su corazón latia más rápido. Renzo simplemente sonrió relajado y siguió comiendo.
Aunque estos eran todos los platos favoritos de Evelyn, no pudo disfrutar completamente de la comida.
No importa lo que Renzo dijera, la abuela siempre encontraba algo para criticarlo
¿Desde cuando Renzo habia sido tratado asi? Evelyn temia que la abuela cruzara la linea con él.
Pero Renzo fue muy amable y cortes desde el principio hasta el final, aceptando con una sonrisa todo lo que decia la abuela.
Evelyn se sentia culpable. El tuvo la amabilidad de acompañarla a visitar a su abuela, pero estaba siendo tratado injustamente.
Pero Evelyn también entendia el carácter de su abuela. Era una mujer terca. Si Evelyn defendia a Renzo, ella solo se pondría más enérgica.
Después de la cena, la abuela se levantó y le ordenó a Renzo: “Ve a lavar los platos. ¡Al pozo del patio!”
Luego, tomó la mano de Evelyn: “Acabo de hacer un par de zapatos de algodón para el invierno, ven a ver si te quedan bien.”
El corazón de Evelyn estaba completamente en Renzo, no en los zapatos.
La abuela trataba deliberadamente a Renzo como a un sirviente.
Renzo se mantuvo respetuoso, sin mostrar signos de enojo, su voz era suave: “De acuerdo, voy ahora mismo.”
Evelyn fue llevada a la habitación por la anciana.
Finalmente, Evelyn no pudo evitar preguntar: “Abuela, ¿por qué no te gusta Renzo?”
Mientras buscaba los zapatos en el armario, la abuela dijo con cierta molestia: “Eres igual que tu madre, eliges a hombres que son guapos pero inutiles.
Tu padre era realmente guapo, pero ¿qué pasó? En menos de seis meses después de la muerte de tu madre, se casó con esa tal Laura.”
Finalmente, Evelyn lo entendió.