Capítulo 302
Parecia que la abuela de Evelyn ya se había dormido.
No habia ni una luz en el patio, pero la luna de esa noche estaba especialmente brillante.
Evelyn salió del auto y se dirigió hacia la puerta.
Era una casita no muy grande, con un pequeño edificio a cada lado, uno parecia la cocina porque tenía una chimenea y el otro parecía un corral con algunas ovejas, que también estaban durmiendo.
Renzo también salió del auto y comenzó a mirar alrededor del patio.
Un momento después, la puerta se abrió.
La abuela estaba en la puerta, se habia puesto un abrigo. Al ver a Evelyn, exclamó con emoción: “Evelyn, has vuelto!”
“Abuela, te extrañaba.” Evelyn la abrazo inmediatamente
La anciana sonreía de oreja a oreja. “Yo también te extrañaba
En ese momento, Renzo se acercó.
Evelyn inmediatamente lo presentó: “Abuela, ya me case. Este es mi esposo Renzo. Aún no hemos tenido nuestra boda. Quería que lo conocieras
primero
La anciana giro su cabeza para mirar a Renzo.
Renzo dijo respetuosamente “Hola, abuela, soy Renzo.”
La anciana lo miró por un momento, pero no parecía muy complacida: “Oh. Pasa.”
La repentina frialdad de la abuela tomó a Renzo por sorpresa.
Evelyn tampoco esperaba que la abuela no estuviera contenta con Renzo la primera vez que lo vio.
El rostro de Renzo siempre transmitia una sensación de nobleza, de intocabilidad
¿Por qué será que la abuela no le gustaba?
Evelyn miró a Renzo, su rostro mostraba una rara expresión de inocencia.
Renzo le susurró a Evelyn: “Dije algo malo?”
Evelyn movió la cabeza, indicándole que ella tampoco sabía.
Entraron a la casa.
La casa era sencilla, con pocos muebles, pero estaba muy limpia y ordenada.
La anciana miró a Evelyn, con su rostro lleno de alegria: “¿Ya cenaste?”
Evelyn negó con la cabeza: “No tuve tiempo de comer.”
La anciana dijo con alegria: “Entonces, voy a prepararte algo delicioso. Esta mañana fui al mercado y compré pollo.”
Evelyn inmediatamente dijo: “Abuela, es muy tarde. Trajimos comida, no tienes que molestarte.”
“¿Cómo puedes solo comer ese poco de pan que trajeron? No me hables de molestias.”
Dicho esto, la anciana ya se había puesto su delantal y se dirigió a la cocina.
Al pasar por Renzo, se detuvo y dijo: “Ven a ayudarme a hacer la comida“.
Evelyn y Renzo se quedaron paralizados
Como esto es el campo, la mayoría de las familias, especialmente aquellas con ancianos, todavia cocinan en la estufa de leña. Hacer la comida significa sentarse detrás de la estufa y alimentar el fuego.
¿Renzo? ¿Haciendo ese tipo de tarea?
Aunque tenia cocina en su casa, era más como una sala de exposición, solo para fines decorativos.
Evelyn rápidamente se acercó a la anciana y dijo: “Abuelita, yo te ayudo Recuerdo que cuando era niña, me encantaba ayudarte en la cocina.”
La anciana dijo: “Es sucio y agotador, mira tu piel suave y tierna, ¿qué pasaría si te quemas? Esto es algo que los hombres deberian hacer.” Antes de que pudiera terminar de hablar, Renzo ya había venido y dijo: “Abuela, yo te ayudo”