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Capítulo 245
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Virginia pensó: “¿Por qué Leonardo amará tanto a Rosalinda?. Aún no le hice nada a Rosalinda. ¿Por qué él es tan cruel conmigo y con mi hijo?“.
Virginia estaba furiosa, pero no se atrevía a demostrarlo en absoluto. Sólo pudo mirar a Leonardo suplicante, esperando que esta vez la dejara ir.
Virginia pensó que después de regresar, debía de encontrar una manera para poder vengarse de la humillación que habia sufrido.
“Jesus, envia a Virginia a la comisaría y entrega todas las pruebas encontradas antes. Dile al señor García que si no puede resolver este problema correctamente esta vez, perderá su cargo como jefe de policía“.
“Leonardo, ¿A qué te refieres?, ¿Quieres enviarme a la comisaria?, no puedes hacerme esto“.
Virginia miro con horror a los guardaespaldas que caminaban hacia ella y dio unos pasos hacia Leonardo, pero se detuvo cuando se encontró con los frios ojos de Leonardo.
“Leonardo, me equivoqué. Lo acepto. Por favor, perdóname esta vez”.
Virginia no queria ir a la comisaria. Si iba alli esta vez, tal vez no seria tan fácil salir como antes.
Habia que reconocer que Virginia podria soportar reveses temporales. Mientras pudiera lograr su objetivo, no le importaria rogarle a Leonardo, incluso si tuviera que arrodillarse.
“¿Ahora sabes que te equivocaste?, es demasiado tarde. Tienes que pagar por el daño de Rosalinda o nunca me escucharás ¿correcto?”
Leonardo se agachó y levantó la barbilla de Virginia con sus brillantes zapatos de cuero. Virginia lloró con amargura. Al ver la pobre mirada de Virginia, Leonardo pensó en Rosalinda, quien siempre contenia las lágrimas cuando lloraba. Ahora, Leonardo miró a Virginia con disgusto en sus ojos.
Leonardo echó a Virginia a patadas y les indicó a los guardaespaldas que se la llevaran. Luego Leonardo recogio el pañuelo de papel que estaba sobre la mesa y se limpió los zapatos que tocaron la barbilla de Virginia.
“Jesús, llevatela“.
La fria voz de Leonardo sono con el pañuelo cayendo. Virginia sabia que no habia marcha atrás, asi que se dejó caer en el suelo y dejó que los guardaespaldas la arrastraran afuera bajo la dirección de Jesús.
Rosalinda se fue temprano. Ella no se enteró de lo que pasó despues. En realidad, ella tampoco queria saberlo. En ese momento estaba muy preocupada por la lesión de Carlos y no le importaba nada más.
“No hay heridas en otros lugares, pero su cara está un poco hinchada, sufrió también algunas conmociones cerebrales leves. Necesitamos revisarlo después de que se despierte“.
Mirando los ojos rojos de Rosalinda, que estaban fijos en Carlos que estaba en la cama, Braulio le conto con detalle la situación de Carlos.
Cuando Rosalinda se acercó corriendo con Carlos entre los brazos. Braulio quedo atónito.
Braulio nunca había visto a Rosalinda tan asustada y temerosa. Incluso cuando María la secuestro y casi la estrangulo, Rosalinda siempre había estado tranquila. Hoy, la impresión que Braulio tenia sobre Rosalinda quedo anulada.
Pero no fue esto lo que más sorprendió a Braulio. Fue la identidad de Carlos lo que mas lo impactó. Carlos debería ser hijo de Rosalinda. Braulio se preguntó si Leonardo lo sabía o no
Braulio estaba confundido. Pero al ver la expresión ansiosa de la familia Juárez, no se atrevió a preguntar en ese momento. Sólo le quedó reprimir sus dudas y curiosidad.
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10:10 Thu, Sep 14
Capitulo 245
Al ver que Rosalinda estaba luchando y su rostro se ponía pálido, Braulio le advirtió preocupado.
Te acaban de dar de alta del hospital y te encuentras muy débil. ¿Por qué no descansas primero en el sofá afuera?, cuando Carlos se despierte, le pediré a alguien que te avise“.
Carlos estaba en una habitación individual y el sofá de afuera había sido preparado para que descansara su familia. A Rosalinda le vendría bien ahora mismo un descanso.
Rosalinda sacudió la cabeza tontamente.
“No, me quedaré aquí y esperaré a que Carlos se despierte“.
No podia asegurar de
lo Carlos estuviera bien, por que
que
Rosalinda no era capaz de conciliar el sueño.
Al ver la expresión débil de Rosalinda. Damián también mostró preocupación.
“Rosalinda, será mejor que descanses un rato. Estoy aquí para proteger a Carlos. Te llamaré tan pronto como se despierte Si te pones enferma por no descansar bien, Carlos se preocupará por ti cuando se despierte“.
Quizas las palabras de Damian funcionaron. La expresión de Rosalinda cambió. Pero sus palabras hicieron que todos guardaran silencio.
“Damian, tienes razón. Estuvo mal desde el principio que Leonardo y yo nos uniéramos. Solo podríamos lastimarnos a nosotros mismos y a las personas que nos rodeaban si permaneciamos juntos. Damian, lo lamento“.
Rosalinda lamentó haberse enamorado de Leonardo y haberse casado con él a pesar de todos los obstáculos. Incluso se arrepintió de haber regresado nuevamente con Leonardo, lo que le causó interminables problemas y tanto daño a sus hijos.
“Niña tonta, todo ya terminó. Lo pasado es pasado. Mantente alejado de él en el futuro. Te encontraré uno mejor. Debe ser mucho mejor que Leonardo….
Al mirar que Rosalinda que estaba tan frágil, Damian no supo como consolarla. Sólo podía dejar que ella se apoyara
suavemente en sus brazos y le acariciara la espalda como lo hacia cuando eran niños.
Ivana vio esta escena y sus ojos se llenaron de lágrimas.
Ivana pensó que todo era culpa suya. Si Carlos no hubiera sido golpeado por ella, no estaria ahora herido. Ivana lo lamento mucho.
“Mamá, no estés triste. Todo es mi culpa. Si no hubiera regañado a esa vieja bruja, Carlos no me habría ayudado ni habria sido golpeado. Todo es mi culpa….
La pequeña yacía en los brazos de Rosalinda, disculpándose fuertemente. La voz ronca y suave de Ivana hizo que el corazon de Rosalinda se derritiera.
Además, Ivana sin darse cuenta mostró claramente su disgusto y resentimiento hacia Maria con las palabras `vieja bruja”
Rosalinda cargó a Ivana en sus brazos, le alisó suavemente el cabello en las sienes y la consoló suavemente.
“Ivana, no llores. No tiene nada que ver contigo. Es culpa de la mujer mala. Carlos te protegio voluntariamente. Solo debes recordar que Carlos es tu buen hermano. El será feliz si lo tratas mejor en el futuro, česta bien?”
“Está bien, le regalaré todas mis piruletas a Carlos en el futuro. No pelearé más con él
La forma más clara que tenían los niños de expresar su gratitud y amor a alguien era compartir con él su comida favorita, y la favorita de Ivana eran las piruletas.
Las suaves palabras de Ivana hicieron que Rosalinda y Damián no supieran si llorar o reir. Su estado de ánimo, que estaba bajo, pareció mejorar mucho en un instante.
Por la noche, Juan y Karen se apresuraron. Al ver a Carlos recostado tranquilamente en la cama, juan se asustó.
Capítulo 245
“¿Carlos está bien?, ¿Cómo pudo ser tan cruel esa anciana?, ¿Cómo pudo ser capaz de hacer eso por un niño tan pequeño?“.
Carlos tenía sólo cinco años. ¿Cómo Maria pudo atreverse a lastirnar tanto a un niño de cinco años?, María fue realmente muy cruel.
En realidad, Maria era la abuela biológica de Carlos. Si María supiera quién era Carlos, tal vez se arrepintiera de lo que habia hecho hoy. Pero nadie podría decir que podria arrepentirse.
Rosalinda no dijo nada. En cambio, les pidió a Juan y Karen que salieran primero para no molestar a Carlos. Luego de sentarse, Rosalinda suspiró y mencionó algo en voz baja.
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