Capitulo 238
Pero solo se sintió ligeramente molesta, se calmó rápidamente, lo más importante ahora era lidiar con el problema de Leo.
Ella sabia que su relación con Sebastián era simplemente la de empleador y empleada, nada más que eso. No había nada raro entre ellos.
Cuando regresó a la casa, encontró a Manuel y Susana todavia preocupados, y Olivia Bazán también estaba alli. Al escuchar que Leo podría ir a la cárcel, Olivia comenzó a regañarlo.
*No puedo creer lo que he hecho para terminar con un hombre tan inutil! Dame cincuenta mil dólares, quiero el divorciol
Olivia tenia la mano en la cintura, todavia regañando a los dos, en ese momento sus dedos casi les apuntaban a la cara.
“Los hombres mayores no sirven, los jóvenes tampoco. ¿Quién queria vivir con un tipo que se mete en peleas y hace el ridiculo imitando a otros? Es de risal ¡Dame el dinero, quiero el divorciel
Durante todos estos años, Susana y Manuel básicamente le habian dado todo su dinero a Olivia. Desde que Leo se fue de casa, apenas tenian dinero y cada vez que lo consequian, se lo entregaban a ella. A pesar de eso, Olivia siempre gastaba a manos llenas y criticaba el trabajo de Susana.
En ese momento, Susana era muy consciente de su error, no pudo evitar decir humildemente “Oli, es posible que Leo no tenga que ir a la cárcel, podemos pagar una indemnización, no van a demoler esta casa pronto? Entonces podremos recibir una compensación
Olivia se no framente, Hasta cuándo vamos a seguir pagando asi? Estoy harta”
Gabriela oyó esto en la puerta, en realidad pensó por un momento que Olivia tenia razón.
Manuel acababa de lidiar con los problemas que Leo había causado, pago más de cien mil dólares, y ahora había otro problema, no valia la pena seguir con un
hombre asi
“Manuel, Susana“, los llamo Gabriela mientras se acercaba rápidamente.
“Gabi, ¿qué pasó? ¿El jefe estuvo dispuesto a ayudamos?” preguntó Manuel.
“Leo no tiene que ir a la cárcel, pero todavia tenemos que pagar“.
Manuel suspiro aliviado y temblorosamente sacó un cigarrillo. “Eso está genial“.
Pero al lado, Olivia, al ver que Gabriela entraba, rodó los ojos.
Olivia, al ver a Gabriela entrar, rodó los ojos. “Ustedes dos, no importa lo que digan, definitivamente me divorciaré y me darán cincuenta mil dólares!”
Tanto Susana como Manuel se sintieron incómodos, especialmente frente a Gabriela, lo cual era vergonzoso. Los ojos de Susana se pusieron rojos en un instante “Oli, lo has oido, Leo no tiene que ir a la cárcel…”
“Aunque no vaya a la cárcel, sigue siendo un inútil! Prefenria casarme con un perro en lugar de vivir con un tipo asi. Rápido, dame el dinero!”
Olivia comenzó a lanzar cosas en la casa con ira.
“Rápido, dame el dinero!”
Susana y Manuel no se atrevieron a interru
“¿Has terminado con tu beminche?”
Gabriela se adelanto y agarró la mano de Olivia.
Olivia se quedo atonita, levantó la mano para golpearla, pero Gabriela agarró su muñeca a tiempo.
“No me dejo intimidar facilmente. No tengo la obligación de soportarte. Si te atreves golpearme, te devolveré el golpe diez veces. ¿me crees?”
Olivia parecio enojada. “Es cierto, los urbanitas como tú no soportan ninguna molestia ¿Es este el trato que le das a tus parientes? Aun soy la esposa de tu primo” Gabriela solto su mano sin importarle y se dirigió a Manuel.
“No está equivocada, si quiere divorciarse, déjala, Leo ya ha hecho suficientes cosas malas estos años”
Aunque Olivia tampoco era tan genial, Leo era definitivamente peor.
Manuel no respondió, y él y Susana entendieron que la reputación de Leo ya estaba completamente destrozada, y si se sumaba el problema de la casa, todos los vecinos estarian hablando sobre ellos. Si Leo y Olivia se divorciaban, Leo nunca podrla encontrar otra esposa.
“Oli, cuando esta casa sea demolida, toda la indemnización será tuya, si decides quedarte. Además, si tienes un hijo, nos encargaremos de ayudarte a cuidario
En los ojos de Olivia brilló una chispa de esperanza. Después de la demolición de la casa, definitivamente recibiria una indemnizacion considerable. Despues de restar lo que tendria que gastar en Leo, todavia le quedaria un buen dinero.
Notando su vacilación, Susana también intervino de inmediato.
“Manuel, cuando te jubiles, aún tendrás una pensión de trescientos dólares al mes Telos daremos todos. Si decides tener un hijo, también te ayudaremos a cuidarlo“.
Al ver como Olivia parecia indecisa, Gabriela sintió que había metido la pata al pedir que se divorciara
Ustedes dos lo dijeron Nos darán toda la indemnización y la pensión también me pertenecerá“
Manuel y Susana suspiraron aliviados y, después de agradecer a Olivia con palabras cariñosas, volvieron su mirada hacia Gabriela
“Gabi, realmente nos has ayudado mucho esta vez ¿Han dicho algo sobre cuanto van a indemnizar exactamente?”
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