Capitulo 153
Se estaba reconfortando de una manera casi fria e indiferente, inmediatamente apartó la mirada.
Después de que Gabriela entrara al hospital, ya no se aguantaba más y se apoyó contra la pared para respirar.
La medicación todavía estaba haciendo efecto en su cuerpo, y su mejilla ardía de dolor por la bofetada.
Por un lado tenia que soportar el dolor, Y por otro lado el calor, ella solo sentia que le daba vueltas la cabeza
Afortunadamente, una enfermera pasó por allí y la llevó a una habitación
Al recordar lo que pasó esa noche, Gabriela sintió ganas de vomitar
Y realmente vomitó, aceptando pálidamente las instrucciones del médico para recibir una infusión.
Mientras tanto, Simón le mandó un mensaje, recordándole que no se olvidara de llevar a Sebastián con ella
“Gabriela, te casaste con Sebastián, al menos déjalo visitar a la familia de La Rosa una vez
Gabriela inmediatamente adivinó que la familia de La Rosa necesitaba a Sebastián de escudo para desmentir los rumores.
Después de todo, la familia de La Rosa acababa de pasar por una segunda ronda de financiación, su red de contactos solo podia crecer
Muchos respetarán a la familia de La Rosa por su alianza con la familia Sagel, dando a la familia de La Rosa un atajo, en realidad sería un favor a Sebastián, para
honrar a la familia Sagel
Pero en este circulo de relaciones, nadie hace cosas meramente como obras caritativas, no hay almuerzos gratis, todo gira alrededor de la recompensa
Si las relaciones entre la familia de La Rosa y la familia Sagel no fueran buenas, la récompensa por ayudar colaborar con la familia de La Rosa seria minima, nadie la apreciaria, por eso es muy importante para la familia de La Rosa demostrar que Sebastián se tomaba muy en serio este matrimonio
De esta manera, aquellos que los respetaban continuarian respetándolos.
Gabriela se sentó sola en el hospital, sintiendo un frio en el corazón.
Pero Simon no solo envio un mensaje, también envió otro.
“Muchas veces no deberia discutir contigo, pero tienes que creer que todo es por tu bien.”
Una bofetada y luego como recompensa un dulce, era su forma habitual de actuar
Gabriela esbozo una sonnsa
Pero desde que su madre murió, su padre se habia encargado de todo. Cuando era niña, habia visto cuanto le costaba a su padre ganar el dinero.
No podia dejar a Simon solo, especialmente porque solo le quedaba un año de vida.
Al pensar en esto. Gabriela sintio nauseas
No respondió a este mensaje, pero vio el último que el envió.
“Si tienes a Sebastian para apoyarte, tu camino será más fácil en el futuro. De esta manera, incluso si un dia ya no estoy aqui, estaré tranquilo de que él te cuidara. Gabriela tuvo que responder a este mensaje.
“Papa, lo entiendo, no hables asi.”
Como ya no le quedaba mucho tiempo a Simón, Gabriela no soportaba que dijera esas cosas
Esa noche se hacia calor y se sentia mucha humedad, ella estaba sola en el hospital, viendo desde la ventana la oscuridad de la noche, escuchando los sonidos ocasionales de la tos de los pacientes en el pasillo, sintió una repentina sensación soledad y tristeza
Bajo las pestañas y una sonnsa amarga apareció
El aviso del mensaje sono, penso que era Simón de nuevo, reprimiendo las emociones que surgian en su corazón, miró y resultó ser Sebastián.
“No necesitas devolver el dinero.”
El tono era frio, incluso a través de la pantalla, parecia aún mas frio.
Pero cuando Gabriela pensó en cómo este hombre la habia salvado dos veces, sintió un calor milagroso en su corazón.
“Gracias.”
Sebastián miró esa respuesta tan formal, queria preguntarle, ¿cómo estas ahora?
Su dedo apenas tocó la pantalla cuando de repente se dio cuenta de lo que estaba haciendo.
Se quedó inmóvil por un momento, luego lanzó el teléfono y funció el ceño
Este era un mal comienzo, no le gustaba este sentimiento.
El teléfono que habla lanzado de repente sono y al ver el nombre parpadeando en la pantalla, las emociones que surgieron en su corazón desaparecieron sin dejar
rastro
*Selena.”
Presionó of botón de respuesta y dijo su nombre.
Desde el otro lado del teléfono legó la voz suave de una mujer, “Te interrumpi el descanso, ¿verdad?”
“No.”
Sebastián siempre ha sido de pocas palabras. Tras responder, cayó en silencio
Paro Salena siempre encuentra de qué hablar. Habló
bre los eventos rec
luego, con una sonrisa en su vor, dijo lo que más quería decir esa