Capítulo 152
Gabriela siempre tenia dudas sobre Nerea por la manera como la trataba. Aunque parecian llevarse bien, Nerea siempre parecia disfrutar diciendo cosas para que Simón se enfadara con ella. Sin embargo, tampoco podía decir que su relación no era buena, Nerea siempre la llamaba cariñosamente “amiga“, como si realmente
fueran hermanas.
Lorena claramente la despreciaba, pero Nerea mantenía sus verdaderos sentimientos ocultos
En ese momento, Gabriela finalmente lo entendió, Nerea no podia gustarle, porque ella había tomado el titulo de ser la esposa de Sebastián.
Recordando todo lo que habia pasado, ya podia explicar por qué Nerea salia incluso cuando no se sentia bien.
Cuando Gabriela escuchó que Nerea finalmente se había alejado, se levantó lentamente. Le llegó el aroma de Sebastián, la distancia entre ellos de repente se hizo muy pequeña
Cuando levantó la cabeza, él bajo la suya, sus narices casi se tocan.
Rápidamente se soltó de él, fingiendo tocar su frente como si se hubiera apoyado en él porque no se sentia bien.
Los ojos de Sebastián se entrecerraron ligeramente, sintiendo un vacio en sus brazos, eso lo desanimó un poco, pero rápidamente ajustó su estado de ánimo.
Gabriela miró hacia fuera, el coche de la familia de La Rosa ya se habia ido, suspiro aliviada
Justo cuando estaba a punto de bajar del coche, sono su teléfono, era una llamada de Simón.
Hubo un destello de sorpresa en sus ojos, reprimió sus dedos temblorosos debido al malestar y contestó la llamada.
La voz de Simón llegó desde el otro lado del teléfono
“Gabi, la segunda ronda de financiación ha sido exitosa, la familia Sagel ha invertido más dinero, quiero salir del hospital para celebrarlo, invite a Sebas a la casa, y que tia Lorena les prepare una cena como agradecimiento.”
Aunque habló con cortesia, en realidad solo queria seguir acercándose a la familia Sagel
Esta idea hizo que Gabriela se sintiera nauseabunda, pero pensando que Simon ahora estaba ya en etapa avanzada del cáncer de hígado, y que le solo le quedaba un año de vida, se sintió impotente.
“Papa, ¿quien te dejó salir del hospital?”
“Yo quena salir, Gabi, no te preocupes por mi salud.”
Simon tenia una expresión de alivio en su rostro, la financiación había sido exitosa, su rostro estaba lleno de alegria.
“El valor de la empresa se ha duplicado, habrá más oportunidades de cooperación en el futuro, invita a Sebas a casa para cenar pasado mañana, aún no nos hemos visto desde que regresó al país”
“Hablaremos más tarde”
Gabriela colgó el teléfono, frunció el ceño profundamente.
Ya ella habia bajado del coche, se volvió para agradecer a Sebastián, pero el estaba concentrado en los documentos que tenia encima de sus piernas, parecia muy tranquilo ordenando sus ideas.
En cuestion de tan poco tiempo, ya le debía mucho a Sebastián, ni siquiera sabía como devolverle todos los favores.
“Sr Sagel, gracias por lo de esta noche”
Los labios de Sebastian se movieron ligeramente, murmuró un suave “mmm“, luego le indicó al conductor que arrancara el coche
El conductor lo miró por el espejo retrovisor y pisó el acelerador
Cuando el coche se alejo, Sebastián miró a Gabriela a través del espejo retrovisor
Todavia estaba alli, parecía haberse recuperado, caminando sola hacia el hospital.
Sebastian quito los documentos de su regazo, bajó la cabeza y miró una parte de su cuerpo que se sentia un poco excitada.
Gabriela, estando nerviosa, habia tocado accidentalmente su zona sensible, sus manos estaban alrededor de su cintura, su calido aliento se filtraba a través de la tela de su camisa, parecía que estaba en su pecho
Apreto sus labios y los dedos que sostenían los documentos, sus muñecas se tensaron, parecian largas y fuertes.
Sebastián levantó la mano, frunciendo el ceño con un toque de irritación
No estaba seguro si ella lo había tocado a propósito o accidentalmente, como la almohadilla de una gatita, siempre lograba tocar la parte más sensible de su
corazón
A Sebastian no le gustaba esa sensación de depositar sus emociones en otra persona, se reprimia esa inquietud con su razonamiento.
Se decia a si mismo, quizás fue por lo que paso esa noche, lo que le hizo sentir mariposas en el estómago.
Solo era una cuestión de las hormonas de su cuerpo haciendo de las suyas
Esto no era por amor ni sentimientos