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Capítulo 912
Esther habló directamente: “Si tienen algo que decir, diganlo aqui y ahora, si no, por favor, lárguense, no tengo tiempo para desperdiciar”
Juan la miró con esta actitud arrogante y preguntó: “¿Cómo dices? Esther, no te olvides de quien te crio.”
“Por supuesto que recuerdo quién me crio. Fue la Hermana Claudia del convento, no tú.”
“Tú. “El hombre se quedó sin palabras de la ira. Siempre había querido usar su papel de padre adoptivo para chantajearla, pero ahora parecia que no
tenia derecho.
Eugenia se adelantó, lo agarró del brazo, suspiró y dijo: “Juan, Esther ya es la esposa de la familia Gómez y ahora nos desprecia, a nosotros, sus padres adoptivos”
Si decimos que es ridiculo que él se autodenomine su padre adoptivo, entonces es la broma más grande del siglo que ella se autodenomine su madre adoptiva
Eugenia, esa mujer, no solo no la habia criado, sino que también le había hecho muchas maldades. ¿Cómo puede tener la cara de llamarse madre adoptiva? Es ridiculo!
Esther la miró como si estuviera mirando una broma de mal gusto: “Tia Eugenia, no te equivoques, no es que ahora te desprecie, siempre lo hice.”
El rostro de la mujer se endureció, “td”
Irene se adelantó, apuntó a Esther y defendió a su madre: No te pases! No creo que tú dures mucho más siendo miembro de la Sra. Gómez! Cuando conozcan tu verdadera cara, ¿cómo podrían aceptarte?”
La joven la miró pensativa. ¿su verdadera cara? ¿Cómo es ella?
¿Para qué vinieron hoy?
*¿Que esta sucediendo aquí?” Una voz adulta y amable se metió en su conversación.
Todos giraron sus cabezas y vieron a la abuela Gómez, siendo ayudada por una sirvienta, saliendo lentamente de la casa.
La mujer echó un vistazo a los tres extraños en la puerta y luego dirigió su mirada preocupada a la joven “Esther, ¿qué está pasando? ¿Ellos son tu familia?
Cuando vio a la mujer que acababa de salir, le empezó a doler la cabeza, “Abuela, no.
*Si, somos sus padres Dijo el hombre interrumpiepdola, luego se acerco a la abuela Gómez. Ahora ya no tenia la dignidad que mostraba frente a Esther Se inclino un poco, se podría decir que parecia humilde, y se presento “Hola, debes ser la abuela Gómez. ¿verdad? Soy el padre de Esther, me llamo Juan.”
La abuela Gomez lo miro. Una mujer experimentada como ella, podia ver a simple vista su carácter. No estaba interesada en ese hombre de mediana edad que parecia no tener ningún valor
Pero como él se había presentado como el padre de Esther, asintió cortésmente: “Hmm, hola
Luego, se volvio hacia Esther y le pregunto Este señor es tu padre?”
“No” Dijo negando con la cabeza.
Juan la contradijo “Si“”
Al ver que las respuestas eran diferentes, la mujer pareció un poco confundida, pero finalmente le creyó a la joven.
“Esther ¿el es realmente tu padre?”