Capítulo 908
Esther serio sin mucho entusiasmo, “Claro, encontraré un momento para visitarte en Gómez International CO”
El rostro de Adrián se acercó al de ella, sus ojos estaban brillando con un tono juguetón, Pero antes de eso, ¿puedo interrumpirte un momento ahora?”
¿Interrumpirla?
Antes de que Esther pudiera entender lo que queria decir, sintió un beso apasionado y todo lo que podia ver era la perfecta cara de Adrian
Cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando, trató de empujarle con todas sus fuerzast
Sin embargo, Adrián era mucho más fuerte que ella. No importaba cuanto lo empujarà, él no se movia
incapaz de resistir, Esther dejó de luchar y en cambio respondió a su beso
Adrián parecia sorprendido por su respuesta, se quedó un momento mirándola, luego sonrió satisfecho, disfrutando de su reacción
Su momento intimo fue interrumpido por el golpe en la puerta de José
Jose llamo desde detrás de la puerta. La abuela Gómez me pidió que te avisará a ti y a tu esposa que bajen a cenar
“Entendido respondió Adrián después no se escuchó nfás a José que solo trajo el mensaje y luego se fue
Esther lo fulmino con la mirada estaba jadeando, ¡Me besaste de nuevo!”
Adnan paso su dedo por sus labios para borrar su lápiz labial, De otra manera, me obedecerias?”
Esther funció el ceño Estamos en pleno dia“”
Adrian se no. “Entonces continuaremos esta noche (Vamos a cenar con los abuelos ahora?”
Esther se ruborizo y le lanzó una mirada impotente
Aunque no tenia hambre, ya habia comido mucho en Ibarra CO al mediodía, pero consideró que no seria apropiado para ella no asistir a los dos ancianos de la familia Gómez acababan de regresar, asi que bajó las escaleras con Adrián
El aroma de la comida llenaba el comedor
At ver que Florencio y Verónica ya estaban sentados a la mesa, Esther fue llevada de la mano por Adrian.
“Abuelo,” llamo Adrian con respeto
Esther tambien saludo. “Abuelo
Florencio asintio una vez y sus ojos se deslizaron de Adrián a Esther, su mirada era profunda y compleja.
cena cuando
En ese momento la abuela Gomez salió de la cocina, “Ah, Esther, estás aqui! Sientate, vamos a empezar a cenar pronto. Hoy cociné sopa de pollo para que recuperes tus fuerzas
Esther sonrió cortesmente, “Gracias, abuela”
Adrian todavia estaba sosteniendo su mano, le apartó una silla y la ayudó a sentarse con cuidado.
“Abuela, ¿te olvidaste que la última vez que hiciste esas sopas nutritivas, ella quedo llena hasta la saciedad?”
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