Capítulo 897
Zeus reflexionó un rato, “Espera un chiquito, en seguida entro a hablar con el Sr. Ibarra.”
Patricia Ibarra soltó una risita complacida, sintiéndose victoriosa, ¡siempre y cuando Zeus entrara a contarle de su arrepentimiento, su hermano no tendría el corazón para ser tan frío con ella!
Todo salió como Patricia habia imaginado, al poco rato, Leonardo Ibarra salió personalmente a verla
“¡Hermano! ¡Traje tu plato favorito de verduras salteadas! Patricia corrió hacia Leonardo como siempre lo hacia, actuando como una niña mimada entre sus brazos.
Sin embargo, Leonardo la apartó friamente, su mirada recorrió el lugar con profundidad, ¿Dónde está Esther Galán? ¿No vino contigo?”
Patricia se quedó sorprendida, ¿por qué la preocupación de su hermano se centraba en Esther?
“Eh. ¡Esther está esperandome en el coche abajo! Hermano, ya hice las paces con Esther, si aceptó viajar en mi coche significa que me ha perdonado! Hermano, sé que me equivoque, ¿podrías dejar de estar enfadado conmigo por favor?”
Diciendo eso, Patricia intentó de nuevo acurrucarse en los brazos de Leonardo.
Leonardo colocó una mano sobre el hombro de Patricia, impidiéndole acercarse más, preguntó con seriedad: “¿Por qué no subió?”
Patricia frunció ligeramente el ceño, pensando que su hermano se estaba preocupando demasiado por Esther, pero no se atrevía a mostrar su
insatisfacción…
“Hermano, invite a Esther a subir, pero no quiso, dijo que me esperaria en el coche, asi que no la force.”
La mirada de Leonardo se oscureció, “¿La invitaste y no quiso subir?”
Patricia asintio
Leonardo se sintió impotente, si Esther no queria subir, seguramente era porque no queria ver a su decepcionante hermano….
Zeus, comprendiendo la situación y los pensamientos de su jefe, se adelanto y preguntó “Sr. Ibarra, ¿debo ir a invitar a la Srta. Galán a subir?”
Leonardo asintió levemente, “Si, habla con ella, invitala a subir.”
“Sr Ibarra, no se preocupe, se lo que tengo que hacer Zeus aceptó la tarea con profesionalidad y se fue
Leonardo miraba a Zeus alejarse, parecia un poco inseguro, preocupado de que Zeus no pudiera convencer a Esther, queria ir él mismo, pero pensaba que quizás llamaria demasiado la atención….
Y Patricia, por primera vez, vio un destello de inseguridad en la cara de Leonardo, ¿seria por Esther?
Estaba muy curiosa, ¿por qué su hermano se preocupaba tanto por Esther?
“Hermano, ¿por qué te importa tanto Esther? Hasta el punto de enviar a Zeus personalmente a invitarla.”
Debido a su gran curiosidad, no pudo evitar preguntar.
Leonardo salió de sus pensamientos, bajó la mirada hacia Patricia, su expresión era muy neutra.
“Ella salvó la vida de nuestro abuelo, la familia Ibarra siempre ha sido irrespetuosa con ella. Y tú, deberias saber lo que le hiciste antes! Nosotros nos equivocamos, ¿no deberiamos prestarie más atención?”