Capítulo 881
Esther sacó una tarjeta dorada de su bolsillo y le dijo: “Ve a pagar con esto, no necesitas código.”
Verónica se acercó, cogió la tarjeta bancaria de un tirón y le lanzó una mirada de disgusto a Esther antes de irse a pagar.
Viendo a Veronica alejarse, Pedro levantó una ceja con interés, “Esa no es la tarjeta de Adrián, ¿verdad?”
Esther se sintió intrigada. Como lo sabes?”
Pedro sonrio, Porque Adrian solo tiene tarjetas negras, no doradas”
Las tarjetas negras del banco se emiten solo para los clientes más prestigiosos, no todos pueden conseguirlas, incluso si eran ricos
Y las tarjetas doradas, se pueden obtener si el patrimonio del cliente alcanza una cierta cantidad.
Pedro se enderezo un poco, ¿Estás pagando tú misma el bolso para Veronica? El gasto aqui es muy alto!”
Esther respondió Le prometi el bolso y es cierto que puedo usar la tarjeta del Sr. Gomez, pero no me gusta regalar cosas con el dinero de otros“.
La mirada de Pedro era sutil, Parece que en tu mente, tu dinero y el de Adrian son muy distintos”
Esther frunció levemente el ceño, Pedro siempre buscaba problemas en su relación con el Señor Perfecto.
Esther decidió ignorarlo, no dijo nada más y esperó a que Veronica volviera para ir a comer.
Pero Pedro no cerró la boca, preguntó de nuevo “Esther, ¿crees que conoces bien a Adrian?”
Esther le lanzó una mirada molesta, “No puedo decir que lo conozco muy bien, pero estoy aprendiendo más sobre él”
Pedro sonrió, “No, no lo conoces en absoluto. Si realmente lo conocieras, no querrías casarte con él.
Esther frunció el ceño, estaba un poco molesta, “Sr Cevedo, te sugiero que no presupongas ni adivines los deseos de los demás, no es un buen hábito!”
Dicho esto, dejó su taza de café y se levantó, no esperó a que Verónica regresara, fue a buscarla.
Si ella se quedaba alli, Pedro seguiría sembrando discordia, qué molesto!
No entendia cómo el Señor Perfecto podia tener un amigo asi, parecia un caballero pero en realidad era muy complicado.
Desde el principio, no debería haberle ayudado a librarse de esa cita a ciegas
Esther encontró a Verónica, quien estaba sosteniendo el bolso que acababa de comprar, estaban a punto de salir de la tienda…
Pedro los siguro y preguntó cortesmente. A donde van? Los puedo llevar”
Veronica estaba contenta con su nueva adquisición, pero al ver a Pedro acercarse de nuevo, frunció el ceño y miró cautelosamente la reacción de Esther Esther respondió friamente “No es necesario, vamos a comer algo cerca”
Pedro claramente no tenia intención de dejar pasar esta oportunidad, Puedo tener el honor de comer con ustedes?”
Esther lo miro con desagrado. No acabas de comer con la Señorita Aura? No te vayas a llenar hasta reventar!”
Pedro se encogió de hombros, sabia que no era bienvenido.
Esta vez lo dejó pasar, ya que Verónica estaba alli
Si solo hubiera estado Esther, definitivamente se habria unido a la fuerza.
Entonces, Pedro sacó su teléfono y lo agitó hacia Esther, “Ok, no molestaré su comida y su charla de hoy. Hasta la próxima, Esther!”