Capítulo 847
En el pasado, sin importar lo que hiciera mal, si ella lloraba, Leonardo se deshacia por ella y la perdonaba.
Pero ahora, elle sentía como si Leonardo ya no se preocupaba por ella.
Para ser precisos, no era que estuviera enojado con ella, ni que estuviera tratando de educarla, simplemente le estaba prestando menos atención. Patricia no entendia por qué era asi, agarró la mano de Leonardo y preguntó con los ojos rojos: “Leo, que te pasa? ¿Ya no me quieres?”
Leonardo se quedó sin palabras ante esta pregunta. Miró a esta hermana a la que había consentido desde pequeña y no supo expresar lo que sentía, solo sabia que ya no le gustaba nada de lo que ella decia o hacia, especialmente la forma en que lloraba para manipular a las personas, le molestaba.
Leonardo se liberó de su agarre con indiferencia, “No es nada, no pienses cosas raras, ve a descansar”
Patricia no se dio por vencida, durante años habia utilizado el cariño de Leonardo hacia ella para conseguir lo que quería, pero ahora sentia que ya no podia controlarlo, estaba insatisfecha
Entonces, volvió a agarrar la mano de Leonardo, intentó actuar de forma coqueta. “Leo, acabo de sacarme sangre, me siento un poco mareada, ¿podrias sentarte a mi lado y dejarme apoyarme en ti un rato? Solo un rato…”
Leonardo queria rechazarla, pero al ver su cara de lástima, dudó y se sintió mal.
Justo en ese momento, alguien golpeó la puerta de la habitación.
Leonardo y Patricia se giraron para mirar, Adriana fue a abrir la puerta.
Esther estaba en la puerta, sonriendo, dijo “¡Hola! Sra. Ibarra, he vuelto!”
Detrás de ella estaba el apuesto Adrián, no dijo nada, solo miraba su teléfono, respondiendo a algo.
Al ver a Esther, la cara de Adriana se puso pálida y forzó una sonrisa, “Srta. Galán, aún no te has ido? ¿Por qué has vuelto?”
Esther levantó una ceja, “Nunca dije que me iba, solo sali a tomar aire, ahora he vuelto! ¿Por qué? Parece que no te alegras de verme, Sra. Ibarra?” Adriana ciertamente no le daba la bienvenida a la persona que habia causado tanta confusión en su familia, pero no podia decirlo abiertamente Rio nerviosamente, antes de que pudiera decir algo más, Leonardo se acercó rápidamente
Leonardo abrió la puerta de par en par, dijo suavemente: “Esther, entra”
Adriana se quedó paralizada a un lado, ¿que estaba pasando con Leonardo? ¿Por qué se volvía tan efusivo cada vez que veía a Esther? ¡Esto no era como él Leonardo usualmente era frio con las personas, casi nadie podía llamar su atención! ¿Por qué sera?, ¿qué tiene de especial Esther?
Patricia también notó esto, frunció el ceño, Leonardo se estaba volviendo cada vez más frio con ella, ¿pero por qué era tan efusivo con Esther?
Esther entró lentamente, al ver que Patricia también estaba alli, sonrió alegremente, “Oh, Srta. Ibarra, también has vuelto! ¿Terminaste tu chequeo medico?”