Capítulo 829
Bajo la indicación del Sr. Ibarra, un criado de la familia Ibarra se apuro a agregar una silla.
Adrian se sentó, pero agitó la mano para deshacerse de los sirvientes que traian los cubiertos, indicando que no era necesario
No planeaba comer, pero podia esperar a que Esther terminara.
La tensión entre la familia Gómez y la familia Ibarra era palpable, claramente, los Ibarra no daban la bienvenida a Adrián, y él tampoco quería venir, solo cedió un poco por Esther
Viendo a los sirvientes que traian los cubiertos ser rechazados, Patricia quiso ser considerada, se acercó a Adrián con un par de cuchillo y tenedor, “¡Adri, come algo! Debería ser la hora en la que acabas de salir del trabajo, debes estar cansado después de todo el dia, ¿no?”
Adrián echó un vistazo al tenedor y cuchillo que le ofrecia, “Gracias, no hace falta”
En ese momento, Esther le ofreció un camarón frito, “Prueba esto, Señor Perfecto, es delicioso, el cocinero de la casa ibarra lo hizo!”
Adrian se suavizó de inmediato, abrió la boca para comerlo y luego acarició su cabeza, “Está bien, come tú, nos iremos a casa cuando termines“.
Esther asintió. “Ok!”
La mano con la que Patricia ofreció los cubiertos a Adrián se quedó congelada en el aire, su rostro parecia de mil demonios….
Todos en la mesa notaron la diferencia, esa era la diferencia que hacia el amor en alguien.
Antes, Patricia siempre insistia en casarse con Adrian, dejando de lado los conflictos entre ambas familias, la familia Ibarra también sentía que Adrian no era una buena persona, siempre era frio, parecia que no sabia cómo amar a las personas.
Si alguna chica se casara con él, seria como haberse quedado viuda.
Ahora todos entendian, no era que no supiera ser tierno, era solo que aún no habia encontrado a la persona correcta!
Viendo que Patricia todavia estaba alli sin moverse, Leonardo frunció el ceño, nunca antes habia pensado que Pati fuera tan insensible, ahora solo pensaba que su hermana cada vez tenia menos tacto
“Pati, ¿por qué sigues de pie ahi? ¿No vas a volver a tu asiento a comer?”
Al escuchar las palabras de Leonardo, Patricia apretó los cubiertos con resentimiento antes de regresar a regañadientes a su asiento.
Adriana miró con asombro la actitud cariñosa de Adrian hacia Esther
Antes no creia en lo que le contaba Pati, pensaba que Pati estaba exagerando las cosas por celos.
Hoy lo vio con sus propios ojos, y supo que la realidad era asi!
¡Esa Esther era realmente una experta, pudo convertir a Adrián en una ternura!
“Leo, ¿puedo faltar a la tarea hoy? La hare mañana…
El más joven de la mesa, Brayan, de repente le pidió a Leonardo.
Mientras Leonardo comia lentamente, rechazó seriamente la petición, “No. Lo que se debe hacer hoy, se hace hoy!”
Brayan dejó caer resignado los cubiertos, se levantó débilmente para subir a continuar con sus tareas.
Sin embargo, antes de levantarse de la silla, de repente se cayó al suelo, volcándose junto con la silla, causando un gran alboroto.
Brayan Brayan, qué te pasa?”