Capítulo 827
Así que, esperaba que Leonardo hablara por ella, que le echara en cara a Esther unas cuantas cosas
Sin embargo, Leonardo sólo la miró serio, diciendo fríamente: “Si la invitada no quiere beber, no bebe, ¿para qué quieres obligarla?”
“Yo no quería decir eso “Patricia se sintió aún más embarazosa, su hermano Leonardo no estaba de su lado.
Esa maldita Esther, seguro que lo hizo a propósito!
Adriana también estaba muy molesta por las constantes trampas de Esther, pero ahora estaba más preocupada por la salud de su hija….
“Pati, ¿te olvidaste de tomar tus vitaminas hoy? Adriana le recordó a su hija
Patricia volvió en si, entendió inmediatamente lo que queria decir su madre, “Es ciertol Se me olvidó, por eso me siento un poco mal. Abuelo, abuela, papá, Leo, ustedes sigan comiendo, yo voy a tomar unas vitaminas y vuelvo.”
Dicho esto, giro apresuradamente y se fue.
Viendo a Patricia irse apresuradamente. Esther comió con gusto las alitas de pollo que le habia dado la abuela Ibarra, sonriendo ligeramente
Si no se equivocaba, Patricia probablemente estaba vomitando en el baño ahora.
¡Seguro que le habian puesto algo que ella no conocía en ese jugo de granada!
No serian tan tontas como para envenenarla abiertamente, poniendo en peligro su propio futuro.
Por lo tanto, probablemente habian puesto algo dañino para el feto en el jugo de granada. Patricia había querido hacerle daño a su bebé desde hace
tiempo
Esther dejó el ala de pollo y se limpió las manos, luego se levantó y dijo: “Disculpen, tengo que ir al baño.”
Patricia estaba en el baño, tocándose la garganta con la mano, tratando de vomitar todo ese dañino jugo de granada….
Después de vomitar durante cinco minutos, su cara estaba enrojecida. Se levantó y se lavó las manos en el lavabo.
Apenas salió del baño, escuchó la voz de Esther.
“Terminaste de vomitar?”
Patricia se detuvo de golpe, giró la cabeza y vio a Esther apoyada tranquilamente contra la pared, mirándola con una sonrisa.
Con los ojos llenos de resentimiento, apretó los dientes, “Esther, sabia que lo habías hecho a propósito!”
Esther se rio suavemente, arqueo una ceja, “Oh? ¿Que hice a propósito?”
Patricia estaba furiosa, ya no fingia inocencia, “Hiciste que yo bebiera ese jugo a propósito, pero tú no bebiste!”
Esther serio, “Srta. Ibarra, no entiendo lo que estás diciendo.
Fueron tu y tu madre Adriana las que hicieron todo lo posible para que yo bebiera ese jugo de granada, yo no quería beber, solo te complaci un poco
Además, ese es el jugo que tu madre exprimió con sus propias manos, ¿qué problema hay si te pido que bebas un poco mas?
¿O es que crees que tu madre añadió algo que no debía a ese jugo?”
“Tu!” Patricia se sintió culpable y no tuvo respuesta