Capitulo 788
Brayan se sentía muy enfadado, pero no podía rebatir.
Esther estaba sentada justo donde Brayan estaba haciendo sus tareas, de paso revisó su cuaderno de ejercicios sobre la mesa, “¿Cómo tienes tiempo para meterte en los asuntos de los demás si ni siquiera has terminado tus propias tareas?”
Al ver que estaba revisando su trabajo, Brayan se puso nervioso y avergonzado, dijo con enojo: “Sueltalo, no toques mi trabajo! ¡No te metas conmigo!” Esther dejó su trabajo y tocó suavemente la mesa, “No me importa, soy un extraño, no tengo derecho a meterme contigo.”
Brayan sonrió con arrogancia, “¡Buena suerte que lo sabes!”
Esther dijo con tono indiferente, “Pero, podrías decirle al Sr. Ibarra lo que vi, para que él se ocupe de ti”
Brayan se puso nervioso de inmediato al escuchar esto, “No te atrevas!”
Esther sonrio ligeramente, “¿Miedo de que le diga al Sr. Ibarra que estás pagando a alguien para hacer tus tareas?”
Brayan la miró con desagrado, Estás provocando a propósito!”
Esther sonrio ligeramente, su mirada se volvió seria, tocó suavemente la mesa. Entonces borralo y vuelve a escribir
Brayan estaba descontento, “No necesito que te metas! ¡Eres una persona irresponsable, cómo te atreves a decirme qué hacer!”
Esther no dijo mucho más, sacó su telefono para hacer una llamada…
Al ver esto, Brayan se puso pálido, y se apresuró a detenerla, “¿Qué estás haciendo? Detente!”
Esther guardó su teléfono detrás de ella, eludiendo sabiamente el intento de Brayan de arrebatarlo, “¿Vas a borrarlo y volver a escribir?”
Lo que más temia Brayan era su estricto hermano, incluso si estaba insatisfecho, tenía que ceder, “Lo escribiré! No es suficiente que lo haga yo mismo!
Guarda tu telefono, no te atrevas a llamar a mi hermano!”
Esther levantó una ceja, al ver que se calmaba, guardó su teléfono por ahora.
En realidad, ella no tenia intención de llamar a Leonardo, solo queria asustar a Brayan!
Ella no queria tener nada que ver con Leonardo, ¿cómo podría llamarlo?
Principalmente queria que Brayan hiciera sus tareas correctamente, y no que siempre viniera a molestarla por Patricia!
Brayan volvió a sentarse, borró los problemas que otros habian escrito para el con una goma de borrar, y luego se puso a trabajar de nuevo… Esther estaba parada a un lado viendo las pocas palabras que escribió, de repente, sacudió la cabeza, “¡No puedo creer que seas tan guapo, pero escribas como si una araña hubiera pasado!”
La cara de Brayan se puso roja, “¡Esther! ¡Eso es demasiado! ¿Quién te dijo que miraras mientras hago mis tareas? ¡Vete!”
Esther no se fue como el quería, sino que sacó un boligrafo de su estuche y marcó los puntos clave en el problema que Brayan estaba escribiendo, “Este problema deberia resolverse asi, mira el problema! ¿Recuerdas la fórmula que te enseñé antes? ¡Usalo tú mismo!”