Capítulo 78
El policia entregó los objetos perdidos a Esther y dijo: “Por favor, verifica si estos son tu celular y cartera perdidos, y si es asi, verifica si hay alguna otra pérdida?”
Esther cooperó mucho, abrió la cartera para verificar, luego revisó el registro de uso en su celular y confirmó “Son mis cosas, no falta nada“.
El policia asintió seriamente y dijo: “Firma aqui y podrás llevarte las cosas, Recuerda, ten cuidado en el futuro, si vuelves a perder algo, puede que no sea tan fácil recuperarlo como hoy.”
Esther siguió el consejo y sonnó cortesmente, “Si, seré más cuidadosa en el futuro, gracias, policia
En ese momento, Marisol estaba a su lado, como una anciana educada y amable, agradeciendo a los oficiales con Esther y elogiándolos por su trabajo serío y
responsable
La alta figura de Adrián estaba a cierta distancia de ellos, acababa de colgar la llamada, guardó su celular y luego entrecerró los ojos para ver la armoniosa escena entre Esther y su abuela.
Todo fue muy bien, Esther recuperó sus pertenencias. Mientras ayudaba a Mansol a salir, discutia con ella sobre qué cenar después.
“Abuela, que te gustaria comer?“, preguntó Esther.
“Puedo comer cualquier cosa, Esther, te acompañaré a comer lo que quieras, respondió Marisol.
Esther se volvió hacia Adrian y preguntó “¿Qué te gustaria comer? ¡Yo invito!”
Adnan alzó una ceja y sonno: “De verdad me dejas elegir?”
Esther asintió generosamente: “Dime!”
Adrián mostró una sonrisa juguetona, planeando jugar un poco con ella y dijo: “Entonces vayamos a Restaurante Ballena Celestial, tienen un buen filete”
Ballena Celestial es un restaurante famoso en Ciudad de Verano, ¡y es muy caro!
Evidentemente, quiere que ella pague la cuenta, ¡que suene!
Esther inmediatamente se puso seria y ignorando a Adrian, se dirigió directamente a Marisol Abuela, puedes comer picante? Conozco un restaurante mexicano que hace muy buenos platos picantes, ¿qué tal si vamos alli a comer?”
Mansol respondió con entusiasmo “Genial, también me gusta la comida picante, vamos a probarlo
Esther no y dijo: “Entonces vamos ahora mismo!”
Adrian:*
¿Ignoraron su sugerencia?
Justo cuando llegaron a la entrada de la comisaría, Verónica entró corriendo de repente.
Al ver a su nieta, Mansol se quedo sorprendida, Vero?”
Adrian fruncio el ceño con una expresión severa. “No te dije que te quedaras en casa y reflexionaras, por qué viniste de nuevo?”
Verónica naturalmente no temia a su abuela que más la mimaba, pero instintivamente le tenia miedo a su hermano Adrian…