Capítulo 63
‘Estás muy pálida, ¿y aún dices que estás bien?” Marisol se preocupaba mucho, volvió para mirar a su nieto al lado, “Adri, ve y dale un masaje en el vientre a Esther
Adrian frunció el ceño,”
La cara de Esther también se volvió muy rigido, agitó la mano y dijo: “No es necesario! Abuela, ya tomé analgésicos, me siento mucho mejor ahora“.
La abuela Gómez no estuvo de acuerdo, “Si ya te sientes mejor, entonces un masaje en el vientre debería aliviar completamente tu dolor“.
“Abuela……” Esther no sabía cómo rechazarla, asi que miró a Adrián, esperando que él dijera algo.
Adrián la miró con una cara incómoda, sonrió levemente y luego dijo: “No te preocupes, abuela. Le traeré una bolsa de agua caliente para que se la ponga en el
vientre”
Mansol no estaba satisfecha, “¿Cómo puede compararse una bolsa de agua caliente con un masaje a mano?”
Adrián y Esther no supieron qué responder.
Adrián miró a Esther, y Esther también miró a Adrián, ambos parecían muy resistentes…….
Mansol notó que algo estaba mal, “Adri, Esther, ¿por qué ustedes dos son tan formales? No parecen tener una relación intima. ¿Aún no han tenido relaciones
sexuales?”
Esther se quedo boquiabierta, luego forzó una sonrisa y respondió: “¡Ya hemos tenido! Abuela, ya hemos tenido varias veces!”
Adrián entrecerró los ojos, mirando a Esther que hablaba tan confiada, sonrió y dijo: “Si, ya varias veces“.
Marisol frunció el ceño, “Ustedes ya son una pareja que vive junta, ¿por qué siguen siendo tan timidos? Adri, ¿qué estás esperando? Ve y dale un masaje en el
vientre a Esther!”
Bajo la supervisión de la abuela, Adrián se acercó, se sentó junto a Esther, se acercó a su oido y susurro: “Lo siento“.
Mientras hablaba, su mano ya estaba en su doloroso vientre……
El vientre es el lugar más vulnerable de un animal. Solo frente a las personas más intimas y confiables, los gatos y los perros mostrarán su vientre en señal de sumisión, sin importarles mostrar su debilidad.
Sin embargo, su relación con Adrián no era tan intima, por lo que el cuerpo de Esther se tenso, sintiéndose muy incómoda.
El intenso sentimiento de vergüenza hizo que su rostro se sonrojara rápidamente, pero aun asi forzó una sonrisa hacia Marisol.
Abuela Gomez miró a su nieto darle un masaje en el vientre a su nuera por un tiempo, luego preguntó: “Esther, te sientes mejor?”
Esther asintió con la cara roja, “Si, mucho, mucho mejor“.
Abuela Gomez sonrió sintiéndose satisfecha, “Bueno, tu rostro se ve mucho mejor que antes, parece que este método funciona. Adri, sigue dándole masajes a Esther de esta manera, no vayas a ningún otro lugar esta noche, quédate en casa y cuidala“.
“Abuela, no te preocupes, lo haré” Adrián respondió con una sonrisa
Abuela Gomez le dio algunas instrucciones más y luego se fue.
Cuando la abuela se fue, los nervios tensos de Esther se relajaron, pero el calor que sentia en su vientre la hizo sonrojarse de nuevo, “Ejem, ejem, Señor Perfecto, la abuela se ha ido, puedes parar ahora“.
La mano de Adrián todavía estaba en su vientre, sin detenerse, él le echó un vistazo y dijo: “Si este método realmente funciona, no me importa seguir dándote
masajes
Esther se sintió incómoda, ‘No, no hace falta“.
Adrián la miro con los ojos entrecerrados, “¿Qué, te da verguenza?”
Esther frunció el ceño, mirando su perfecto y guapo rostro, dijo con disgusto: “No me da vergüenzal
Adrián la miró burlonamente, asintió y dijo: “Mmm, cuando le dijiste a la abuela con tanta confianza que ya habíamos tenido relaciones varias veces, no te velas avergonzada“.
Esther se sentia súper avergonzada, “Dios mio!”