Capítulo 613
Jamás admitiría que era porque él mismo no era bueno en el ajedrez.
Esther siguió a Zeus hasta la habitación de invitados de Leonardo.
Al entrar, vio que Patricia y Jacinta también estaban alli.
Patricia estaba sentada en su silla de ruedas, llorando, mientras Jacinta la consolaba, pasándole un pañuelo
Jacinta, al verla entrar, la miró con disgusto.
Ella no les prestó atención y volvió la cabeza hacia Leonardo, quien estaba sentado en el sofá.
Él estaba reclinado en el sofà, su postura era relajada y arrogante.
Tomo un sorbo de su café caliente
Ella se acercó y preguntó “Sr. Ibarra me llamó, necesita algo?”
Leonardo la miró, entrecerrando los ojos, Fuiste tú la que empujó a Pati y le lastimó el pie?”
“No.”
Ella negó sin vacilar.
El hombre preguntó de nuevo. “Fuiste usted quien desenmascaró a Pati en público?”
Esther se mantuvo firme, “Solo dije la verdad.”
Leonardo gruño, luego pregunto, “¿Y que pasa con hacer que mi abuelo te reconozca como su nieta?”
Ella respondió: “El Sr. Chavira me aprecia, no pude rechazar su amabilidad, asi que acepte”
El hombre soltó una risita, “Entonces estás diciendo que te obligaron a hacerlo?”
Esther asintió, “Si, me senti obligada.”
La mirada de Leonardo se volvió fria en un instante.
Antes, el apreciaba la capacidad de trabajo de Esther y sentia un cierto afecto indefinible hacia ella, pensando que no era como esas mujeres calculadoras y vulgares.
Pero al ver era tan manipuladora, incluso tratando de aprovecharse de la familia Chavira, le resultaba dificil creer que fuera inocente!
Leonardo se levantó y arrojó su cafe caliente en la cara de Esther, “Srta. Galán, si quieres volar alto y meterte en las casas de los demás, creo que
con tu habilidad, ascender no será un problema. Pero en mi territorio, no te permitiré hacer lo que quieras!”
Esther cerro los ojos instintivamente para evitar que el café le salpicara en los ojos.
Despues de un rato, finalmente abrió los ojos, “Sr. Ibarra, gracias por reconocer mi capacidad, pero no tengo las intenciones y acciones que piensa.”
El la miró, “Si las tienes o no, tú lo sabes muy bien, no necesitas discutir más conmigo. Ahora, no eres bienvenida aqui, puedes irte”
Si no fuera por la fiesta de cumpleaños del abuelo, Esther realmente habria tenido un enfrentamiento con Leonardo!
Respiro hondo, decidió no discutir más con él y se giró para irse
“Espera.”
Leonardo la llamó de nuevo.
Se detuvo a regañadientes, “¿Necesita algo más?”
Leonardo anunció sin emoción: “Mañana no necesitas ir a trabajar, en Ibarra CO no habrá un lugar para ti.”
Al escuchar eso, Jacinta mostró una sonrisa triunfante en su rostro, Patricia también soltó una risa burlona, habían logrado su objetivo
Esther no dijo nada más, solo sonrió ligeramente y salió de la habitación con calma.
Esther, empapada, salió y parecia un poco incómoda
No era apropiado que volviera con la Sra. Chavira para jugar al ajedrez, para evitar que se asustara y lo convirtiera en un gran problema.
Sería mejor irse por el momento y visitar a la abuela más tarde.
Ella eligió cuidadosamente una ruta menos transitada para salir de la casa de la familia Chavira, esperando no atraer la atención de los demás. Pero para su sorpresa, se topó con Adrián, quien iba en dirección opuesta…
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