Capítulo 61
Pedro llegó corriendo con un hombre de mediana edad que llevaba una caja de medicamentos, “Adri, justo llegó mi médico personal, ¿qué tal si le echa un vistazo a Esther primero?”
“No es necesario Adrián, abrazando a Esther, pasó directamente por Pedro.
Pedro sabía que Esther no queria ir al hospital, asi que siguió intentando insistir….
Pero Pablo se volvió para bloquearlo, “Sr. Cevedo, no se preocupe por Esther. Sr Gómez ya llamó a una ambulancia, está afuera“.
¿Ambulancia? Pedro entrecerró los ojos, viendo a Adrián abrazando a Esther y yéndose. Se quedó pensando y no dijo nada más.
En la ambulancia, Esther estaba acostada en la camilla, su rostro se veía aún peor.
No estaba pálida porque su malestar fisico se había intensificado, sino por la complejidad de sus emociones….
“Dios mio, igracias! ¡Debe ser la única en Ciudad de Verano que va al hospital en ambulancia por su periodo!”
El hombre sentado al lado de su camilla estaba con las piernas dobladas debido a su gran altura y estaba golpeando la cabeza contra el techo de vez en cuando.
Adrián, quien había seguido a la ambulancia como familiar, miró a Esther con desden. “¿No estás satisfecha? ¿Qué edad tienes? ¿No puedes recordar tus propios dias de periodo?”
La voz del hombre sonaba molesta, como un adulto reprendiendo a un niño descuidado.
Esther frunció el ceño, su rostro pálido mostraba un atisbo de descontento mientras respondia de una forma molesta: “Por supuesto que recuerdo mi periodo, solo que no sé por qué este mes vino demasiado temprano, y me dolió mucho de repente, nunca solia tener cólicos…“
Adrián, como hombre, realmente no sabía mucho acerca del periodo de las mujeres, y tampoco podia entenderlo.
El rostro de Esther estaba tan pálido como un papel, se podia ver que su dolor era intenso.
Adrián levantó la mano para tocar la frente de Esther que estaba empapada en sudor frio, y luego acarició su cabello, “Mmm, al menos sabias mandarme un mensaje cuando te sentias mal, no eres tan tonta, mereces un elogio“.
¡La forma en que el hombre la trataba siendo autoritario, era como si estuviera acariciando a un gatito enfermo que estaba molesto, pero no podia ponerse
agresivo!
Teniendo a una gran palma cálida y áspera sobre su cabeza, Esther se quedó mirando, sintiéndose un poco incómoda…
Jeje, ¿quién necesita esos elogios del Señor Perfecto?
¡Solo estaba haciendo su trabajo, interpretando su papel de esposa durante estos tres meses!
Si no fuera por el cuadro de su madre, ella no hubiera aceptado ir a la exposición de arte con Pedro.
Y desde el momento en que decidió ir, le envió un mensaje a Adrián para informarle de sus planes.
Porque la última vez, el Señor Perfecto dijo que no permitiria que durante estos tres meses haya ninguna situación que pudiera hacer que la gente malinterprete, pensando que le estaba siendo infiel
Pedro es un hombre, y claramente se siente atraido por ella, así que era aún más necesario informarle para evitar cualquier malentendido.
En cuanto a Brayan, Esther se habia dado cuenta desde el principio de que él la estaba siguiendo. No le importaba en absoluto!
¡Lo inesperado fue que ella no había pensado que su cuerpo reaccionaria de esta manera, ni que Brayan se tomaria la molestia de traer a Veronica y a la abuela Marisol para atraparla en el acto!
Dentro de la ambulancia, dos jóvenes enfermeras seguían mirando a Adrián…
“Mira, es tan guapo y cuida tan bien a su novia. ¡Este es un novio increible!”
“¡El novio de ella llama a una ambulancia cuando la ve sufriendo por el periodol ¡El mio solo sabe jugar videojuegos!”
Esther, con cara de desconcierto, miró al Señor Perfecto Adrian, un novio increible?
¡Este chico es muy peligroso, se lo daria gratis si pudiera!