Capítulo 552
Leonardo miró sin expresión a su hermana que de repente se lanzó en sus brazos, pero él no hizo ningún movimiento.
En los viejos tiempos, ya hubiera estado acariciando suavemente la espalda de su hermana, diciéndole que no llorara, que no tuviera miedo, porque él estaba alli, y que no tenia que preocuparse por nada.
Pero en este momento, sentía que la hermana en sus brazos era otra persona.
Esther miró a Patricia, que seguia actuando, y se rio en voz baja,
“Srta. Ibarra, cuando Mario me acusó hace un rato, tampoco dejó registros de chat y de transferencias, pero tú me instaste a admitir rápidamente mi error y dejar de luchar¿Por qué ahora que te pasa a ti, piensas que sus palabras no tienen fundamento? ¿No te parece que tus estándares son inconsistentes?”
Patricia se apoyó en su hermano con lástima, “No tengo doble moral, porque mi posición es diferente a la tuya, Max es parte de mi familia, ¿cómo podría intencionalmente buscar a alguien para herirlo? Esther, ¿cuánto me odias para elaborar tal plan para culparme?”
A estas alturas, Patricia seguia culpando a los demás por su comportamiento.
¡Esperar que alguien como ella, que no tiene limites para alcanzar sus fines, tenga un cambio de corazón, es imposible!
Esther no continuó discutiendo con Patricia, simplemente estiró la mano hacia Mario, “Mario, déjame ver tu teléfono
El camarero parecia un poco indeciso, luego rápidamente sacó su teléfono y se lo entregó a Esther.
Patricia no tenia miedo de que Esther encontrara algo en el teléfono de Mario.
Porque ella sabia claramente que después de recibir el dinero, Mario ya había borrado todos los registros de chat y amigos de su cuenta de redes sociales segun sus instrucciones. Ella misma lo habia verificado.
Bajo estas circunstancias, nadie podría encontrar nada en el teléfono de Mario!
Esther tocó la pantalla del teléfono de Mario un par de veces, y luego se lo pasó a Leonardo, “Sr. Ibarra, vea usted mismo!”
Patricia se puso un poco nerviosa, ¿qué le estaba mostrando Esther a su hermano?
Cuando Leonardo tomó el teléfono que Esther le entregó y lo miro, sus pupilas se encogieron bruscamente.
La aplicación de la red social en el teléfono de Mario habia restaurado la amistad con Patricia, y los registros de chat también se habian restaurado…
Leonardo movió el dedo, desplazó el registro de chat hacia abajo y lo miró cuidadosamente…
Vio la conversación de patricia con Mario de hace media hora: el mensaje que su hermana había enviado al teléfono de Mario desde su cuenta de red social
“¡Ve ahora mismo a la sala privada y destruye la memoria de la cámara, te transferiré el dinero ya!”
Mario (Srta. Ibarra, ya hice lo que usted pidió y tire la tarjeta de memoria por el inodoro, ¡mira! [Video]]
Patricia “[Transferencia] Borra todos los registros de nuestras conversaciones y la amistad conmigo! Sabes que decir después, ¿verdad?” Mario [Si, tranquila, lo sé todo.]
¡El corazón de Leonardo estaba roto!
Desde que eran niños, Patricia siempre había sido para él una niña inocente y amable. Siempre había mimado a Patricia, la había cuidado como la niña de sus ojos, nunca permitiendo que sufriera el más minimo daño o intimidación. Había volcado todo su amor por su difunta hermana Perla Ibarra en Patricia.
Pero resulta que habia mimado a Patricia hasta convertirla en una chica calculadora, despiadada y experta en disfrazarse
¡Si hubiera sido su propia hermana Perla, ella jamás hubiera hecho lo que hizo hoy, ni se hubiera convertido en esta persona!