Capítulo 533
Esther le dio un ligero empujón a Patricia, la cual se tambaleó hacia atrás como si la hubieran empujado con todas sus fuerzas, casi se cae al suelo.
El objetivo de Patricia era provocar a Esther, hacerla enojar y que la golpeara, asi las personas creerian aún más que ella era la culpable de lastimar al niño.
Justo cuando Patricia estaba a punto de caer, alguien la atrapó, evitando que se estrellara contra el suelo
Pensó que había sido Adri quien la habia atrapado y se alegró internamente, pero fue su hermano Leonardo quien la sostuvo
Leonardo levantó a su hermana, la abrazó protectoramente y luego miró friamente a Esther, diciendo “A ver si te atreves a empujarla otra vez
Esther respondió: “No la empuje, solo aparté su mano de mi“.
Leonardo frunció el ceño y dijo: “Yo lo vi, y todavía lo niegas!”
Esther pensó “¿Qué fue lo que vio? ¿Se lo imaginó?”
Al descubrir que Adri no la habia sostenido, Patricia se sintió un poco decepcionada, pero aun así se acomodó en los brazos de su hermano y dijo con voz llorosa, “Hermano, finalmente llegaste, a Max lo desfiguraron…”
Leonardo miro friamente a Esther y preguntó “¿Qué te hizo ese niño para que lo trates asi? ¡Cómo puedes hacerle eso a un niño que no entiende nada!”
Esther respondió con calma, “Sr. Ibarra, yo no hice lo que Patricia dijo que hice“.
Leonardo se rio con desprecio, “¿No lo hiciste? ¿Hay alguien que pueda probarlo?”
Esther dijo: “Entonces llama a la policia!”
Penso por un momento, en ese momento solo estaban ella y Patricia en la habitación, el camarero seguramente evitaria responsabilidades. definitivamente no admitiría nada.
Leonardo se sentia muy disgustado con la actitud desvergonzada y desafiante de Esther.
Mientras acariciaba suavemente la espalda de su hermana para calmarla, miraba a Esther con severidad, pensando en cómo tratarla a continuación.
Fue entonces cuando Pedro intervino y dijo, “Leo, creo que puede haber un malentendido aqui, Esther no tiene motivo para lastimar a Max, eso no le beneficiaria en absoluto. Debe haber camaras de seguridad en el restaurante, puedes enviar a alguien a revisarlas”
Leonardo dijo: “Ya envié a alguien a revisar, pero las cámaras del restaurante se rompieron el mes pasado y no las han reparado, por lo que no se puede verificar nada”
Al escuchar esto, Patricia comenzó a llorar aún más, sollozando: “Hermano, resulta que las cámaras estaban rotas! ¡Esther seguramente sabia que las cámaras estaban rotas, por eso se atrevió a lastimar a Max! Mi Max…”
Leonardo frunció el ceño y la consoló con cariño, “Patricia, no te preocupes, no dejaré que Max sufra en vano, ella pagará por esto”
Esther se quedó alli, enfrentándose la mirada acusadora de Leonardo, era algo irónico.
Después de trabajar en Ibarra CO. durante unos días, Esther habia llegado a conocer bastante bien a Leonardo.
En el trabajo y en las interacciones sociales, Leonardo siempre era extremadamente inteligente y reflexivo, incluso un poco astuto. Pero cuando se trataba de su hermana, parecía perder toda la razón!
¡Su obsesión por su hermana era indescriptible!
Leonardo no volvió a cuestionar a Esther, porque sabia que, incluso si lo hacía, ella no admitiria nada. Se volvió hacia el hombre que acababa de salir de la sala de emergencias, “Adri, ¿no piensas decir algo?”
Adrián acababa de organizar los asuntos de hospitalización del niño, se acercó y miró a Leonardo, luego dijo sin expresión. “Esther, ven conmigo un momento“.