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Capitulo 486
Capítulo 486
No podia expresar lo que sentía por dentro, siempre preocupado de que Esther estuviera alli sola, que no estuviera a salvo.
Leonardo se giró y le preguntó, “¿Tienes mi número de teléfono?”
*Si, tengo tu número guardado.”
“Bueno, si algo ocurre antes de que regrese, puedes llamarme”
“De acuerdo”
Sólo entonces Leonardo se alejó de verdad, su gran silueta desapareciendo entre la multitud animada.
Y la escena en la que Leonardo entró con Esther y se preocupó por ella hace un momento fue vista por Jacinta y Patricia, que estaban paradas en las escaleras charlando, y ambas se sintieron incómodas.
Patricia disimuló una sonrisa, “Parece que Leo realmente se preocupa por Esther! Esa chaqueta que lleva, jes la misma que le regalé a Leo hace
unos dias!”
Originalmente había comprado esa chaqueta para Adrián, pero él no la aceptó. Ella estaba decepcionada, sintiendo que era una lástima tirarla. asi que se la dio a Leo.
Después de todo, la figura de Leo y Adrián eran similares, no se notaba la diferencia.
Pero ahora, al ver esa chaqueta en Esther Patricia se sentía muy incómodal
¿Por qué Leo le daria una chaqueta a Esther? ¿No se supone que Leo deberia odiar a Esther?
Jacinta se sentia aún peor. Terminó su vino tinto de un trago, indignada. “Viste eso, Patricia? Esther es tan capaz, en pocos días, ha hecho que Leo pase de no gustarle a empezar a preocuparse por ella!”
Durante tantos años Jacinta ha estado acompañando a Leonardo a la cena de cumpleaños como acompañante femenina, lo ha tratado bien y nunca ha recibido ningún cuidado de él
¿Por qué Esther podria recibir la atención de Leonardo?
Cuanto más pensaba en ello, más enfadada se ponia Jacinta. Bajo las escaleras con rabia, gritandole a Esther, “No tienes vergüenza, mujer descarada?”
Esther estaba probando un pastelito en la mesa del banquete de postres. Al oir la voz, giró la cabeza para mirar a Jacinta y se rio friamente. “Oh, es la Srta. Jurado! ¿Quién te ha ofendido que vienes a insultar a la gente?”
Esther giró la cabeza, su hermoso rostro era impresionante, y con un poco de crema en la esquina de su boca, se veia muy linda.
Al veria asi, Jacinta se enojó aún más, “Tu sedujiste a otros primero, y ahora seduces a mi Leo! Esther, ¿no puedes vivir sin un hombre?”
Esther solo sonrio, “Creo que la que no puede vivir sin un hombre no soy yo. Ahora, no eres tú la que está enfadada aquí porque no tienes hombre a tu lado, Srta Jurado?”
Jacinta apretó los dientes con enojo, “Esther…
No podia soportario, jagarró un pastel del banquete y estaba a punto de lanzarselo a la cara de Esther!
Al ver esto, Patricia rápidamente agarró a Jacinta, “No hagas eso!”
Jacinta estaba muy deprimida por no ser la compañera de Leonardo, y ya habia bebido bastante vino tinto. Si perdia el control debido al alcohol y las cosas empeoraban, las consecuencias serian muy problemáticas.