Capítulo 451
Adrián levantó la vista y vio su reloj de pulsera, “Vale.”
Leonardo ayudó a levantarse a Patricia, se puso de pie con elegancia, cogió su chaqueta y dijo: “Entonces, llevemos a Pati a almorzar juntos, podemos charlar mientras comemos.”
“De acuerdo.”
Esther, escondida detrás de la estantería, escuchó todo. Inconscientemente, llevó su mano a su vientre, de ya dos meses de embarazo. Su mirada era fria e irónica…
¡Probablemente lo que Leonardo queria discutir con el hombre eran todas las cuestiones relacionadas con el compromiso!
¡Ya tenían un hijo, seguramente los padres ya no podrian oponerse!
Los jefes de la familia Gómez e Ibarra probablemente ya se habían reconciliado, rompiendo el estancamiento..
Leonardo, con el brazo alrededor de los hombros de Patricia, camino hacia la puerta de la oficina con Adrián. Se detuvo de repente, como si hubiera recordado algo, y dijo:
“Adri, tengo un asunto urgente que atender, ¿podrían adelantarse? Le pedi a Zeus que reservara el restaurante, ustedes dos pueden ir primero, yo llegare lo más pronto posible. En cuanto termine con lo que tengo entre manos, iré de inmediato.”
El hombre asintió, su tono tranquilo no revelaba ninguna emoción.
¡Entonces Adri y yo iremos al restaurante! ¡Y tú también ven pronto!”, dijo Patricia dulcemente
Leonardo sontió con indulgencia, “Claro!”
Cuando Esther escuchó que Adrián y Patricia estaban a punto de irse, respiro aliviada. Por suerte, no había sido descubierta.
Pero de repente, sintió una fuerte náusea. Cubrió su boca por instinto, tratando de contener cualquier sonido.
Recientemente, sus sintomas de náuseas matutinas se habian intensificado. No sabia si era debido al estrés o a la falta de descanso…
Se cubrió la boca y retrocedió un paso. Finalmente, el malestar en su estómago la hizo toser un par de veces
“Cof…”
Adrián, que estaba a punto de salir con Patricia, se detuvo al escuchar la tos. Su mirada se endureció.
Detuvo lo que estaba haciendo, se volvió, y su mirada fria se dirigió hacia la estantería…
Ese sonido, ¡parecia el de Esther!
Patricia también lo escucho, se detuvo, vio hacia atrás y preguntó extrañada “¿Leo, acabo de oir a alguien toser? ¿Hay alguien más en tu oficina?”
Él giró la cabeza y echó un vistazo a la estantería en su oficina, con una expresión imperturbable, “¿Un sonido? Pati, debes de haber oido mal.”
“No, ¡definitivamente hubo un sonido! ¡Y parecía el de una chica! ¡Leo, estás escondiendo a una mujer aquil Voy a ver!”
Su hermano se habia burlado de ella hacia un rato y hasta se sonrojó. Si Leo realmente estaba escondiendo a una mujer en su oficina, ella también quería tener la oportunidad de burlarse de él.
Al ver que Patricia iba a mirar detrás de la estanteria, Leonardo frunció ligeramente el ceño, pero no dijo nada más.
No tenia la intención de ayudar a Esther, solo pensaba que si se descubría, las cosas se complicarían un poco.
Pero no le importaba.
Al escuchar los pasos de Patricia acercándose, Esther sintió un malestar. Ya no tenia ningún lugar donde esconderse. Después de las náuseas, su rostro se volvió pálido y su respiración se aceleró
Patricia vio detrás de la estantería con una sonrisa juguetona, pero cuando vio a la mujer detrás de ella, su expresión se congeló de inmediato! Por casi un minuto, su expresión pasó de sorpresa a enfado y disgusto.
¡¿Cómo es que Esther estaba alli?!
Ambas se velan fijamente.
