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Zeus colgó el teléfono.
Capítulo 448
“Señorita Galán acompañame, el señor Leonardo quiere verte“.
Esther no se sorprendió en lo más mínimo, se levantó de inmediato y lo siguió a la oficina del director general de Ibarra CO.
La decoración de la oficina de Leonardo estaba totalmente en linea con su estilo personal, elegante pero fria.
*Señor Ibarra, la señorita Galán ha llegado“, Zeus se adelantó y murmuro.
Había algunas obras de arte únicas en el escritorio de Leonardo y detrás del escritorio había una gran silla de oficina que les daba la espalda.
Sin embargo, la persona sentada en la silla no se dio la vuelta para enfrentarlos cuando la anunciaron.
Zeus guio a Esther adentro, luego se dio la vuelta y se fue.
Ella se quedó esperando en silencio. Al ver que Leonardo todavía no se daba la vuelta para verla, tomó la iniciativa y dijo cortésmente
“Señor Ibarra, hola, soy Esther, estoy aqui para solicitar el puesto de secretaria ejecutiva“.
Justo después de que terminó de hablar, la silla de oficina comenzó a girar lentamente…
Leonardo sostenia una taza de café humeante en su mano, su postura era elegante y despreocupada, su sonrisa no llegaba a sus ojos.
“Hace mucho tiempo que no te veo, señorita Galán, ¿qué te trajo aqui hoy para solicitar ser mi secretaria?”
“Porque necesito dinero y vi que el puesto que ofrece su empresa tiene un buen salario, así que vine“.
Él la escucho, sonrió y tomo un sorbo de su café, sus ojos mostraban un toque de desdén.
“Si no me equivoco, señorita Galán, no eras el tipo de persona que se rebajaria por dinero. La última vez, me devolviste el cheque que te dr sin dudarlo. Pensé que no te importaba el dinero, ¿resulta que no es así?”
Ella lo vio con calma, no se sintió incómoda por su sarcasmo y dijo con serenidad:
“Nunca dije que no me importaba el dinero, al contrario, lo necesito. Simplemente no me gusta la caridad y los regalos sin razón de los demás. Señor Ibarra, dejemos el pasado atrás. Vine aqui hoy para solicitar un empleo, espero obtener una remuneración adecuada a cambio de mi trabajo, no estoy aqui para mendigar. ¿Cómo puede considerarse rebajarme si gano dinero a través de un trabajo legitimo?”
El Sr. Ibarra la vio con los ojos entrecerrados y volvió a reir, “¿Crees que puedes ganar dinero aquí? Señorita Galán, ¿no te estarás sobreestimando?”
Esther lo vio con firmeza, “Si me estoy sobreestimando o no, lo sabrá al ver mi trabajo“.
Leonardo apartó la mirada, “No es necesario, Ibarra CO. no necesita empleados como tú, señorita Galán, deberias buscar otro trabajo”
Lo vio fijamente, pensando que este hombre arrogante y ella podrían ser hermanos de sangre, lo que la hizo sentir un poco incomoda.
Si no fuera por la investigación sobre su madre, no querría tener ningún contacto con él.
¡Pero ya que habia ido, no se iría con las manos vacias!