Capitulo 415
Capítulo 415
“¿Quién diablos es esa Esther de la que hablaban recién Leonardo y Brayan?”
“¿Será la niña de alguna familia rica?”
“No tengo ni idea, nunca antes la habia oido mencionar
“No importa quién sea, ¡debe ser alguien importante! Si logró que los dos hombres de la familia Ibarra se pelearan por ella, debe ser alguien especial”
Escuchando esos comentarios fuera de lugar, Leonardo aclaró su garganta y lanzó una mirada indiferente a la multitud.
Inmediatamente, todos sintieron una presión intensa y se dispersaron en silencio…
Una cosa en la que tenian razón esos charlatanes era que Esther, realmente era alguien
Incluso Brayan había caido bajo su hechizol¿Qué diablos queria Esther? ¿No ra suficiente con Adrián, que ahora también se mete con la gente de la familia
Ibarra?
Leonardo entrecerró los ojos, el hombre estaba bastante pensativo, ahora incluso comenzaba a sospechar si la ayuda de Esther antes para su abuelo, ¿había sido planeada con anticipación?
Segundo piso, habitación de huéspedes
Esther estaba roja de la verguenza y estaba bastante enfadada, señor Perfecto, si no me sueltas, me voy a enfadar.”
Ya habian pasado vanos minutos, Adrian la tenia encadenada, besando su cuello con suavidad y a veces con más fuerza…..
Con esa intensidad, seguro que dejaria marcas!
Al sentir su prisa, Adnan finalmente le dio un pequeño mordisco en la base del cuello, luego se levantó para admirar su ‘obra de arte. Él la dejó con un ligero rasguño en su cuello manchado de colores, e inmediatamente dijo: “Si no quieres que la gente vea este regalito en tu cuello, quédate aquí quieta, voy a traerte algo
de comida.”
Maldito sea, este hombre astuto!
¡Lo hizo a propósito!
No queria que ella saliera con este vestido, jasi que hizo esto!
¿Acaso es un pecado usar un vestido de tirantes y mostrar un poco de hombros, que ya no se puede salir a la calle?
¡La posesividad del señor Perfecto es realmente perturbadora!
Esther estaba cada vez más enfadada, sus mejillas estaban hinchadas como un pez globo….
Viendo su cara de enfado, Adrián no pudo evitar encontrarla adorable, y le revolvió el pelo, “¡Está bien, solo espera!”
Dicho esto, el hombre salio por la puerta para buscar comida para su amada.
Después de que Adrian se fue, Esther fue al baño, con el ceño fruncido y mirándose al espejo, viendo las marcas que el hombre había dejado en su cuello, se sintió
molesta y su corazon latia con fuerza
La imagen del señor Perfecto actuando como un vampiro en su cuello volvia a aparecer ante sus ojos…
En ese momento, alguien tocó a la puerta de la habitación.
Eh? ¿Tan rápido volvió el señor Perfecto?
¡No, el Señor Perfecto no tocaria a la puerta!
Esther tomó una toalla limpia y la envolvió alrededor de su cuello, asegurándose de cubrir esas marcas provocativas, antes de ir a abrir la puerta…