Capítulo 316
Patricia llegó a la comisaria en el carro que conducia el chofer de su casa, acompañada por Brayan.
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Luego, Brayan fue enviado a casa antes para repasar sus tareas.
Por lo tanto, ahora ella necesita regresar a casa en carro con Leo.
Cuando Patricia subió al carro de Leonardo, inmediatamente vio una estatua de un santo delicadamente tallada.
La estatua era pura y majestuosa, con una pequeña foto incrustada en medio, en la que aparecían una niña pequeña y su madre.
La niña en la foto tenia una mancha roja del tamaño de un grano de maiz en la frente, igual que Patricia.
Patricia sabia que Leo nunca confiaba en ninguna superstición, pero aun asi, estaba dispuesto a tener una estatua sagrada en su carro para rezar por esa madre e hija Era obvio cuanto significaba esa madre e hija para él.
Sin embargo, las personas en la foto no eran Patricia y su madre.
Eran la ex esposa de su padre y la hija que tuvo con ella, Perla Ibarra.
Patricia se sintió un poco molesta “Todavia tienes la foto de Perla en tu carro?”
Leonardo acababa de arrancar el carro, con su mano en el volante, echó un vistazo a la estatua, sus ojos de repente se suavizaron, “Si, la guardo como recuerdo”
“Leo, ¿por qué no tienes una foto mia y de Brayan?” Los ojos de Patricia destellaban, revelando cierta decepción en su mirada. “No necesitan compararse con ella”
“No podemos compararnos con ella? ¿Siempre seremos menos importantes que Perla en tu corazón?”
Leonardo captó el cambio de humor de Patricia, redujo la velocidad del carro, y le acaricio la cabeza.
Tonterias, siempre estás a mi lado, puedo verte en cualquier momento, necesito tener una foto tuya? Perla me dejó cuando tenia cinco años, todos estos años no se cómo ha estado, no pude protegerla, asi que lo único que puedo hacer es rezar por su felicidad y seguridad
“Ya que Perla sefue de pequeña, debes dejarla ir. Creo que Perla no querría que vivieras bajo la sombra de su desaparición. ¡Quizas ella y su madre ya tienen una nueva familia!”
Los ojos de Leonardo se oscurecieron, retiró su mano y la puso en el volante.
Nunca le gustó escuchar esas palabras, porque no quería creer que su madre y Perla se habian ido, preferiria creer que simplemente estaban viviendo una vida despreocupada en algun lugar donde el no podia encontrarlas
Si esas palabras las hubiera dicho alguien más, seguro que ya lo habría echado del carro, pero las decia Patricia, por lo que no lo hizo.
Patricia no se dio cuenta de que Leonardo estaba enfadado, y suplicó: “También quiero que pongas una foto mia y de Brayan en el carro, así te acordarás de nosotros a menudo cuando conduzcas. ¿puede ser?”
“Puedo considerar poner tu foto, ¿pero por qué tendria que colgar la foto de Brayan? ¿Para recordar que sacó solo 3 puntos en el examen final de matematicas?” Leonardo frunció el ceño mientras respondia.
Patricia se sintió avergonzada por su hermano menor, que no destacaba en los estudios, “En realidad, Brayan es muy inteligente, solo que no se concentra en sus
estudios”
“¿No se concentra en sus estudios? ¿Esa es su excusa? ¿A cuántos buenos profesores hemos contratado para él?, ¿y solo saco 3 puntos? Ni siquiera me atrevo a decir que es un niño de la familia Ibarra!”
“Eh Vale! Entonces no colgamos la foto de Brayan, ¿puedes colgar solo la mia?”
Leonardo suspiró con resignación. Está bien, colgare una foto tuya en el carro mañana, para recordarte cada vez que conduzca, eso te parece?”
Patricia asintió con una sonrisa, “¡Así es como deberías tratar a todos por igual!”