Capítulo 273
Adrián repitió con frialded las palabras de Esther, “Asi que mientras esté fuera, no te importa?”
Esther asintió, “¡Sí, así es!”
La cara de Adrián se volvió sombria al instante, torció una mueca y soltó una risa fria.
Después de hablar, Esther se preparó para ir a su habitación de invitados.
Antes de irse, golpeó el hombro de Adrián como si fuera un amigo y bromed: “Señor Perfecto, estabas demasiado cansado anoche? Descansa un poco, aunque las chicas bonitas son geniales, no deberías excederte, ¿verdad?”
Adrián entrecerró los ojos, “Esther, ¿qué crees que hice anoche?”
El sabia muy bien lo que había hecho
Esther sonrid. “Señor Perfecto, lo que quiero decir es que, aunque eres joven y fuerte ahora, si te excedes, puede hacer dañar a tu cuerpo. Por tu futuro, necesitas aprender
a controlarte
Después de hablar, ella lo rodeó y se dirigió sola a la habitación de invitados.
Pero apenas habia salido por la puerta cuando alguien la agarro por el cuello de su camisa por detrás, la levantó como a un niño y la llevó al baro
La puerta del baño se cerró de golpe y la se cerró con llave.
Esther fue arrojada bruscamente por Adrián en la bañera, la ducha comenzó a rociar agua, el agua corria sobre ella.
No estaba preparada en absoluto y fue ahogada por el repentino flujo de agua Se agarro al borde de la bañera en pánico, “Señor Perfecto, ¿qué que estás haciendo?” Adrián se puso de pie junto a la bañera, mirándola desde arriba, “Srta. Galán, parece que tu cerebro está obstruido, necesita un buen enjuague”
“Tu cerebro es el que está obstruido!”
Esther murmuro enojada, se agarró al borde y se levantó con dificultad de la resbaladiza bañera, tratando de salir.
Pero sus pantuflas no eran antideslizantes en la bañera, sus pies se deslizaron y perdió el control, cayendo hacia atrás.
Pensó que se iba a caer fuerte, pero Adrian la atrapo
La postura era un poco incómoda.
Una vez que se estabilizó, queria bajar de él lo más rapido posible, pero Adrian no le dio la oportunidad Con una mano grande, la levantó y la colocó en el lavamanos. Esther estaba mojada, sentada en el lavamanos, se resbaló. Instintivamente agarro el cuello de Adrián para estabilizarse y luego lo soltó de inmediato
Queria bajar del lavamanos y salir de alli lo más rápido posible.
Pero los brazos de Adrian estaban extendidos sobre los lados de su cuerpo, atrapandola en el medio. Su cuerpo estaba entre sus piernas, apoyado contra el lavamanos y su cintura, bloqueando todas sus rutas de escape.
La proximidad su la postura la hacian sentir extremadamente incómoda.
La ropa de Esther estaba empapada, pegada a su piel, mostrando su delgada figura
No tenia a donde escapar, se sintió avergonzada y enojada, ‘Sr. Gómez, ¿qué demonios estás tratando de hacer?”
Adrian se inclino hacia ella y habló en voz baja. “Srta. Galán, no estabas sospechando que me habia excedido anoche? Ahora te voy a mostrar cómo es cuando realmente me excedo. ¿qué te parece?”
Esther se sintió asustada y algo en pánico, “Yo… solo estaba bromeando! Sr. Gómez, eres un adulto, ¿no puedes tomar una broma?”
El hombre tomó sus manos y las prensó sobre su cabeza, levantó la barbilla con la mano que le quedaba, su voz estaba llena de seducción, “Es cierto, no puedo tomar una broma, estoy hablando en serio
Una presión abrumadora la oprimia…
Esther se sintió confundida, cerró los ojos como si estuviera escapando.
“Duele…”