Capítulo 261
Por instinto Esther, extendió sus brazos para proteger al anciano ciego detrás de ella, preparándose para tomar acción nuevamente contra la influencer…
Pero en ese momento, un grupo de hombres vestidos de negro apareció de repente!
Estos hombres protegieron a Esther y al anciano en el centro, mientras otros dos se encargaban de la chica iracunda.
Ahora asustada, empezó a forcejear y a gritar: ¿Quiénes son ustedes? ¿Por qué me están agarrando? ¡Sueltenme..!
El lider de los hombres de negro vio a la influencer y luego se inclino respetuosamente ante el anciano ciego, diciendo con preocupación:
“Gustavo Ibarra, finalmente lo encontramos! ¿Está bien? ¿Cómo se le ocurre salir a carbiner solo? El Sr. Ibarra ha estado buscándolo por todas partes, está muy preocupado!*
El anciano murmurò, “¿Así que me tienen encerrado en casa y no me dejan salir a caminar?”
El lider de los hombres de negro se mostró desesperado: “El Sr. Ibarra solo quiere lo mejor para usted. Tiene problemas con la vista y teme que le ocurra un accidente si
sale solo”
El anciano se enderezo, sin expresión alguna en su rostro. Dijo con disgusto: “Desde siempre, los abuelos son los que cuidan de los nietos, no al revés.”
El lider no supo cómo responder al anciano, asi que sacó su teléfono para informar a su jefe de la situación
“Sr. Ibarra, hemos encontrado a su abuelo. Si, está cerca de Nimbus.”
Pronto, una limusina llegó lentamente y se detuvo al costado de la carretera.
Al ver el coche, el lider de los hombres de negro corrió hacia él, se inclino y abrió la puerta. Un hombre de figura esbelta bajó del coche. Vestido con un traje plateado de alta gama, era la imagen de la elegancia
Los transeuntes se quedaron asombrados, no dejaban de elogiarlo…
Rara vez veian a un hombre tan elegante fuera de la televisión!
El hombre se dirigió directamente hacia el anciano. Era absolutamente encantador.
“Abuelo, si sigues vagando solo, no me culpes si decido llevarte a un hogar de ancianos totalmente cerrado.”
La voz del hombre era suave, pero su tono era amenazador
El anciano cegado abrió los ojos y golpeo el suelo con su bastón “¿Cómo te atreves?!!
Exhombre en el traje plateado sonrio “Sabes que soy igual que tú, siempre cumplo lo que digo.”
Aunque el anciano era un poco irascible, tenia que considerar las posibles consecuencias al enfrentarse a su nieto, que era aún más obstinado que él cuando era joven. No queria ser enviado a una residencia de ancianos completamente cerrada.
El anciano aclaró su garganta e intento cambiar de tema: “Llegas justo a tiempo. Una mujer estacionó su coche en el camino para ciegos y trato de atacarme. Por suerte, una joven valiente intervino para protegerme. Deberias agradecerle.“