Capítulo 225
Esther no le hizo caso, en cambio, se fue directamente al costado del caballo.
Al ver que Gerald era maltratado por Esther, Adrián sonrió ligeramente.
Esther comenzó a quitar la silla de montar de Yago, la pasó a Adrián que estaba de pie a un lado, luego comenzó a explorar meticulosamente el cuerpo del caballo con su linterna, buscando algo en su pelaje…
Bajo la luz de la linterna, jalgo pequeño comenzó a reflejar la luz!
Esther inmediatamente acercó la linterna, al mirar de cerca, vio que un pendiente con un diamante incrustado habia perforado completamente la piel del caballo…
¡Y ese pendiente era exactamente igual al que había pinchado a Jacinta en el pic durante el dia!
Adrian también vio el pendiente, pero se quedó sin palabras por un momento
Esther, alérgica a los objetos de plata, no tocó el pendiente, en cambio, se volvic hacia los demás con indiferencia y dijo:
Todos vengan a ver, esta es la razón por la que Yago se descontroló hoy
Todos estaban muy curiosos, y cuando se acercaron y vieron el pendiente en el caballo, entendieron de inmediato lo que había sucedido
Entonces, todos se volvieron hacia Jacinta, que acababa de pretender que le importaba Esther. Sus ojos estaban llenos de sospechas y rechazo
Brayan frunció el ceño, se sentía muy enojado y grito: “Jacinta, como pudiste hacer algo asi!”
Jacinta fingió inocencia, “¿De qué estás hablando? ¿Qué hice? Brayan, estas diciendo estupideces! No entiendo lo que estás diciendo!”
Brayan levantó la mano y señalo el pendiente en el cuerpo del caballo, “Ven aqui y mira estol ¿Por qué el pendiente en Yago es exactamente igual al que te clavaste en el pie esta mañana? ¿Acaso fuiste tú quien lo colocó debajo del sillin de Yago mientras no estábamos mirando? Entonces, cuando Esther montó al caballo, Yago se asustó y se volvió loco debido al dolor, y eso fue lo que hizo que Esther fuera arrojada por el acantilado!”
Jacinta palideció al instante, sus labios temblaban mientras decia “No fui yo! Brayan, no puedes acusarme asi… Aunque la pendiente en el caballo y la que me clavó en el pie esta mañana sean iguales, jeso no significa que yo lo haya puesto alli!”
Brayan, al principio solo estaba enojado y decepcionado, pero al ver que su amiga y hermana, a quien siempre habia confiado y respetado, se negaba a admitir su error, no pudo evitar sentir desprecio.
“Si no fuiste tú, ¿quién fue? Como hombre, no tengo perforaciones en las orejas, por lo que no llevo pendientes.”
Jacinta no sabia cómo responder, pero aun asi negó la acusación. En su confusión, trató de aclarar que no había sido ella, y luego dija.
“Brayan, en el bosque, no era la única mujer. ¿No estaba también Josefina? Ella estaba alli en ese momento…”
Tan pronto como Josefina escuchó esto, preguntó de inmediato, Jacinta, ¿qué quieres decir? ¿Estás insinuando que quiero hacerle daño a Esther? ¿Qué estas diciendo? ¿Por qué querría hacerle daño a mi Esther? ¡No tengo tiempo suficiente para amarla!”
Esthe no habló
Este amor repentino y profundo…
Debido a la presencia de Adrián, Jacinta nunca se atrevió a ofender a Josefina y explicó torpemente: “Josefina, no quise decir eso, solo estaba tratando de decirle a Brayan que no deberia asumir que fui yo la que lo hizo…”
Josefina preguntó descontenta: “Si no fuiste tú, ¿quién más podria ser? Esther es alérgica a los objetos de plata, no puede tocarlos, y tampoco tiene tendencias masoquistas, por lo que definitivamente no lo hizo ella misma. Entonces, soy yo, ¿no?”
Jacinta no sabia cómo explicarse, “Josefina, no es asi, yo…”
Josefina, enfurecida, dijo: “Al principio, no queria pensar tan mal de ti, pero ahora te atreves a culparme y acusarme falsamente. Eres una mujer malvada y despreciable”
“Tio, jevita a este tipo de mujer en el futuro! Siempre está tramando y quiere hacerle daño a tu esposal”
Adrián estaba frío, se puso muy furioso y no dejó de mirar a Jacinta.
Jacinta estaba totalmente asustada, sacudiendo la cabeza con miedo, “Adri! Realmente no fur yo..