Capítulo 214
Brayan siempre ha sido un fanático de las competencias, por lo que con todo el entusiasmo del mundo propuso:
*Oigan, por qué no competimos los cuatro! Correremos desde aqui hasta el final del bosque, ja ver quién llega primero! ¿Qué les parece?”
Josefina levantó la mano, “Si, yo participo!”
Una vez todos estuvieron de acuerdo, se distribuyeron horizontalmente, entraron a sus respectivas pistas, alinearon la linea de salida y se prepararon
para empezar…
“Esther.”
La voz profunda de un hombre resono detrás de ellos.
Esther ya estaba lista para comenzar junto a Yago, al oir a alguien llamarla, volteo y vio a Adrián montado en un hermoso caballo de pelaje brillante y negro, detenido a poca distancia, con una mirada seria en su rostro.
Adrián vestia un elegante atuendo de equitación, lucia muy noble y atractivo.
El guapo jinete no se parecía a un principe, sino a un rey noble.
Esther quedó atónita antes de preguntar, “¿Señor Perfecto? ¿Necesitas algo?”
“Ven aqui.”
El tono del hombre era muy tranquilo, aunque no era una orden, tenía un aura de autoridad que no se podía resistir.
Esther frunció el ceño inexplicablemente y montó a Yago para acercarse a Adrian. Quería ver qué tenia en mente.
Josefina, Brayan y Jacinta también se volvieron, observando cada uno con diversas intenciones…
El caballo de Esther se detuvo frente al caballo de Adrián, y ella preguntó: “Señor Perfecto, ¿qué sucede? ¡Estaba a punto de competir con ellos!” Montando cara a cara, habia una distancia que era demasiado lejana para tocarse las manos entre los dos. Adrián no estaba satisfecho con esto, jalo las riendas para mover su caballo adelante, haciendo que los dos caballos estuvieran al lado para poder ver a Esther más de cerca.
La mirada de Adrián recorrió la oreja de Esther, que ya estaba menos hinchada, y luego bajó la vista hacia su mano que sostenia las riendas…
“Dame tu mano.”
Esther estaba desconcertada, pero soltó las riendas y le dio la mano…
La mano grande y áspera de Adrián volteó la pequeña mano de ella y al ver que las erupciones en su palma causadas por una alergia habían mejorado, su preocupación comenzó a aliviarse.
“¿Señor Perfecto? Esther frunció el ceño, se sentía muy confundida y algo impaciente.
Adrián la miró, sabiendo que estaba ansiosa por competir. Sacó una botella de agua sin abrir de su silla de montar, la abrió y se la dio.
“Toma un poco de agua antes de salir a competir.”
¿La llamó solo para decirle esto?
Esther quedó atónita, pensó que tenia algo urgente que decirle!
Justo tenia sed, así que aceptó el agua y tomo unos sorbos, luego devolvió la botella al hombre, “Gracias, Señor Perfecto, ¿puedo volver a la carrera ahora?”
Adrian “Si, puedes.”
Una vez que obtuvo el permiso, Esther giró su caballo y corrió sin mirar atrás..
¿El Señor Perfecto solo la llamó para que bebiera agua?
¡Desde cuando Adrián empezó a preocuparse tanto por ella!
Adrián miró pensativo la delgada figura de Esther galopando a lo lejos, después de un momento, levantó la botella de agua y tomó un sorbo antes de taparla
“Adri, que considerado eres! Incluso te tomaste la molestia de traerle agua a Esther!”
Gerald bromeó mientras detenia su caballo al lado de Adrián.
La mirada de Adrián se enfrió, echó un vistazo a Gerald, Johan y Pedro que habían venido a buscarlo.
Gerald también levantó una botella de agua, imitando la seriedad de su amigo Adrián, luego le dijo a su otro amigo:
“Johan, bebe un poco de agua antes de jugar, tus labios están secos, eso me preocupa
Johan se sintió muy mal.